Un reto que se viralizó en las redes sociales desató alertas ante los riesgos que implica en la salud de niñas, niños y adolescentes, la población más propensa a esas tendencias.
El llamado desafío “el que se duerma al último gana” ha dejado aproximadamente 20 menores intoxicados este año, pues consiste en el consumo de ansiolíticos, como el clonazepam, y quien es el último en dormir, resulta vencedor.
Este no es el primer reto —y seguramente no será el último— que se viralice en redes sociales. Los challenge se han expandido y están presentes en cualquier país; buscan ser divertidos o ganar seguidores en las redes de quienes los practican, pero pueden tener un desenlace inesperado y peligroso.
Las niñas, niños y los adolescentes prácticamente han crecido en la dinámica de las redes sociales y el internet, aunque en muchos casos desconocen o no dimensionan los riesgos que implican.
Fomentar la cultura de la prevención es una tarea que se puede desarrollar desde pequeños por parte de las y los encargados de la crianza. Las tecnologías de la información implican aprendizaje y adaptación de las medidas y herramientas de protección empleadas en las actividades presenciales.
En México, de acuerdo con el INEGI, más de 84 millones de personas mayores de 6 años tienen acceso a internet, y el 89% lo emplea para navegar en redes sociales, que se han convertido en un espacio para la socialización y la diversión.
Las más seguidas, a nivel mundial, son Facebook con 2 mil 900 millones de usuarias y usuarios, YouTube con 2 mil 400 millones, WhatsApp con 2 mil millones, Instagram con mil 400 millones y TikTok con mil millones.
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Aconsejar y orientar a niñas, niños y adolescentes sobre cómo evitar situaciones de riesgo derivadas de un desafío viral es fundamental en el fortalecimiento de la ciberprevención, una cultura que impulsamos desde el Consejo Ciudadano de la CDMX.
Hablar con ellas y ellos es clave, así como supervisar los contenidos a los que acceden en internet, lo que publican en sus perfiles sociales, conocer a los influencers que siguen y si estos plantean retos o publican fotos o videos de los mismos.
Generar un entorno saludable y agradable para ellas y ellos, sin juzgar ni criticar, es el verdadero reto que tenemos todas y todos.