Tal parece que la batalla por reformar el marco jurídico de nuestro Instituto Nacional Electoral esta lejos de terminar, lo que se votó y se aprobó el pasado diciembre va en vías de una disputa judicial que definirá en gran medida el rumbo del país en materia electoral.
Esta reforma a diversas leyes en la materia ha generado más dudas que certezas para el funcionamiento de un árbitro electoral que actualmente goza de un sí, perfectible, pero correcto funcionamiento.
Hace unos días, los consejeros del Instituto Nacional Electoral cerraron filas para emitir una postura sobre sus preocupaciones de cara a las elecciones venideras este verano y las federales que se llevarán a cabo en 2024.
Advierten, entre otras, que la modificación propuesta y conocida como el “Plan B” contiene ingredientes envenenados que podrían derivar en la anulación de la elección de funcionarios federales.
El oficialismo se ha concentrado en los últimos meses en debilitar a nuestras autoridades electorales en lugar de buscar un perfeccionamiento para continuar el buen actuar de éstas en las vísperas electorales en nuestro país.
Tal parece que la estrategia va mas allá de propuestas en favor de la ciudadanía y se busca el control del árbitro para interferir en el curso de los comicios.
Desde Palacio Nacional se nos ha hecho saber que se van a aferrar a la silla presidencial con uñas y dientes, por las buenas o por las malas.
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En un ejercicio anti democrático y autoritario en perjuicio de los electores, las propuestas y el bienestar de la ciudadanía ha pasado a un segundo término y por periodos continuos se ha demostrado la enfermedad de poder y la intención de destruir a toda autoridad que se interponga en el camino.
México ha demostrado ser un país fuerte con una población que resiste y no exige menos de lo que merece.
Como en cada una de las propuestas en perjuicio de nuestro país, daremos la batalla para evitar a toda costa que la democracia sea comprometida y que se busque el beneficio de unos cuantos sobre el de todas las mexicanas y los mexicanos.