La historia de los covers -es decir hacer versiones diferentes de una misma canción- es muy interesante. Hace cien años tener un aparato de discos era carísimo, impensable para una persona común, así que todo dependía del radio.
A la gente le gustaba escuchar sus canciones de folk favoritas, sin importar quién las cantara: entonces las estaciones norteamericanas llamaban a los talentos locales a que interpretaran sus propias versiones de lo que la gente quería oír.
Es más, a veces ni siquiera se conocía quien había cantado primero un tema, porque había muchas versiones del mismo: esto en vez de verse mal, significaba que la canción había triunfado y entre más covers era mejor. Esto cambió cuando los artistas comenzaron a tener más presencia y el vinil se popularizó. Pero esa es una historia para otro momento.
Muchos coinciden que el cover más exitoso de todos los tiempos es la canción “Respect”, interpretada por Aretha Franklin, cuya versión original fue grabada dos años antes por Otis Redding y que pocos recuerdan.
Aretha Franklin convirtió este tema en un himno gracias a su interpretación y, de hecho, muchos la consideran la mejor canción de todos los tiempos.
Recordaba eso cuando hace unos días mi hijo y yo escuchábamos “Bailando sin salir de casa” en la versión de María José y yo le comenté que había una versión anterior. Mi hijo prefirió la canción de María José. Ahí me di cuenta que La Josa, como le decimos de cariño, se apropió de las canciones con su voz y sentimiento.
Hace unos días platiqué con ella sobre esto. María José me contaba que durante la pandemia se organizaron varios conciertos online bajo el nombre “Irrepetibles” y la idea del suyo era que la gente disfrutara desde su casa. Escogió aquella canción del grupo español Olé Olé, que resulta emblemática, y de ahí saltó a su nuevo álbum.
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María José ha tenido un ojo en el pasado y otro en el futuro. “Me emociona el nuevo pop en español, lo escucho siempre. Me fascina lo que hacen los nuevos artistas, porque sentí que ya había desaparecido un poco” me contó emocionada “Carlos Colosio, Leo Rizzi, Alex Hoyer o Elsa y Elmar me encantan. Cuando los descubrí me dio mucha paz interna. Me encantaría que hiciéramos algo juntos”.
Me decía que la canción que la define como persona es “No soy una señora” de la cantante venezolana Melissa, que a su vez covereaba a Loredana Berte.
“Cuando era pequeña escuchaba una y otra vez el cassette de Melissa, hasta que casi se rompió. Una vez que anduve de gira en aquel país, lo primero que hice fue buscar su música en CD”.
Es emocionante platicar con La Josa. Es muy transparente, apasionada con un carácter amable, siempre alejada de los escándalos. “Me dedico a trabajar, durísimo. Creo que nunca he tratado mal a nadie” me dijo. “Le diría a los jóvenes que no tengan miedo de ensuciarse las manos, de luchar por lo suyo. Hay que trabajar muy duro para triunfar”.
María José llena cualquier lugar en donde se presenta. Sus presentaciones en el Auditorio Nacional en mayo están prácticamente agotadas. “Creo que ya me estoy consagrando, porque la gente ya sabe quién soy” me dijo con mucha humildad porque, para mí, ella ya es una de las principales representantes del pop en español.
Un lugar que se ha ganado a pulso, con los pies bien plantados y, créanme con mucho, pero muchísimo talento.