El preocupante incremento de casos en los que se ha vulnerado la seguridad de los mexicanos, sobre todo, aquellos que ponen en riesgo la privacidad de los usuarios, como lo son los servicios financieros y los datos personales, pone en el centro de la discusión si existe una legislación sobre el tema.
Actualmente, el artículo 211 Bis 1 del Código Penal Federal, sanciona este tipo de delitos, ya sea por la obtención, copia, modificación, destrucción, pérdida o acceso ilícito de información contendida en sistemas o equipos informáticos, ya sea de índole privada o pública.
La tipificación existe, pero no hay políticas públicas que contemplen medidas para la protección contra ataques cibernéticos ni una estrategia autoridades para atender este tipo de delitos.
Un estudio publicado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado mexicano, señala que de septiembre de 2018 a diciembre de 2021, se han presentado 11 iniciativas en materia de ciberseguridad, sin embargo, hasta la fecha, ninguna ha sido discutida en comisiones.
Si bien, después de lo ocurrido con el caso de los “Guacamaya leaks”, los legisladores de Morena han pugnado por una Ley Federal de Ciberseguridad, lo cierto es que no lo propusieron para salvaguardar la seguridad de los mexicanos, sino porque se dejó al descubierto la corrupción del gobierno encabezado por el Presidente López Obrador.
Una vez más, Morena pretende utilizar su mayoría en el Congreso mexicano para encubrir su negligencia y las consecuencias de los recortes presupuestales que han sufrido las distintas dependencias del gobierno en materia de seguridad cibernética.
Lo que se necesita es que tanto en el sector público como en el privado, se regulen los posibles ataques de agentes externos que ponen en riesgo información sensible de los mexicanos.
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Se deben plantear reformas que fortalezcan la seguridad en Internet, se proteja a los cibernautas y sus datos personales.
De aprobarse una ley en esta materia, se debe asegurar que no afecte los derechos a la libertad de expresión y de información, cumpliendo además, con los estándares internacionales.