El gobierno del presidente López Obrador, se ha distinguido por no resolver los problemas que más aquejan a los mexicanos. Lamentablemente, la administración morenista sólo genera cortinas de humo para no cumplir con sus responsabilidades.
Estamos ante los tiempos más violentos de la historia moderna de nuestro país, con cerca de 90 homicidios por día.
Con una de las crisis económicas más lastimosas para los bolsillos de las familias mexicanas, con tasas inflacionarias no vistas desde hace veinte años. Y con un sector de salud colapsado por el desabasto de medicamentos.
Esta administración va de tropiezo en tropiezo. La construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles, ha sido una de las peores inversiones del gobierno federal, ya que no sólo generó una deuda millonaria por la cancelación de Texcoco, sino que tampoco tiene vuelos.
Lo mismo ocurre con el Tren Maya, que ha devastado importantes reservas ecológicas, solo para cumplir con un capricho presidencial.
Utilizar mediáticamente un caso como el de García Luna, no abona para un ejercicio de impartición de justicia. Es evidente que quienes se encuentran en medio de un juicio, deben rendir cuentas ante las autoridades, pero su caso no debe ser utilizado para encubrir fallas estructurales del gobierno.
Lo que hemos visto con la 4T, es una larga cadena de distractores que desvían la atención de la lacerante realidad que vive nuestro país y de la corrupción que impera en el gobierno federal y alrededor de la familia y amigos del presidente López Obrador, como el caso de los videoescándalos en Campeche, en donde se muestra cómo reciben fajos de billetes los servidores públicos de Morena, en una versión remasterizada del caso Bejarano.
Sin duda, es vital que se atiendan los problemas actuales que enfrentan los ciudadanos. Que la administración de López Obrador prefiera las cortinas de humo que cumplir con su responsabilidad, lo convierte en un gobierno que ha traicionado a los mexicanos.
