Hay mucha controversia con relación al nuevo aeropuerto de Santa Lucía (NLU), el famoso “Felipe Ángeles”. No entiendo por qué el gobierno forzó llevar el nombre del héroe revolucionario por delante, si es más sencillo y común nombrarlo por el sitio donde se encuentra, o sea, Santa Lucía.
Las veces que he ido al aeropuerto, me ha tomado en promedio una hora, la señalética en las vías que lo comunican es pésima, eso confunde mucho y hace falta un reordenamiento serio.
El aeropuerto es funcional, pequeño, ordenado y de buen gusto, no es una central avionera como mucho se ha comentado, el número de operaciones se ha incrementado y tampoco es un aeropuerto de carga.
Para quienes viven en la zona conurbada y el sur del estado de Hidalgo, es un aeropuerto muy funcional, no me parece que complemente o sustituya al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “Benito Juárez”, pero sí es una opción alternativa y regional que conecta ya de forma internacional a los pasajeros.
Hay tres aerolíneas internacionales que vuelan desde Santa Lucía, una de ellas y por la que viajamos es Copa Airlines, con tres frecuencias semanales (lunes, jueves y sábados) a Panamá, su centro de distribución desde donde van al resto de América.
El vuelo que abordamos iba más o menos al 40 por ciento de ocupación, una cifra muy buena si tomamos en cuenta que la ruta es nueva y reciente. La ventaja que existe también es el pago de la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA), que en materia de vuelos internacionales es prácticamente la mitad en Santa Lucía, con relación a lo que cuesta en el aeropuerto de Ciudad de México.
Tuvimos una conexión muy eficiente en la nueva terminal 2 de Panamá y llegamos a Bogotá sin contratiempos y sin presiones, la verdad salir de Santa Lucía nos quitó tiempo en el traslado, pero nos ahorró —además del TUA— las aglomeraciones en el AICM.
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La crítica al aeropuerto de Santa Lucía es el hecho que está administrado por militares, resulta intimidatorio que gente de la milicia esté encargada prácticamente de todo. Desde un hotel que está a unos kilómetros de la terminal aérea (no el Holiday Inn que está ahí mismo, ese lo opera IHG), hasta la operación de tráfico, logística y hasta comunicación aeroportuaria. Sacamos a los militares de sus cuarteles y labores cotidianas y los pusimos a administrar aeropuertos.
Los locales lucen vacíos, las rentas son muy caras y no hay como hacer negocio, además, el error más grande es que en las ferias internacionales de turismo y aviación, el gobierno de México no ha promovido este nuevo aeropuerto, ¿así cómo?.