En mi columna anterior, señalé que era impostergable nombrar a las y los dos Comisionados del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), asegurando que en el Senado nos pondríamos de acuerdo y se haría la designación, lo cual, sucedió el miércoles pasado.
Se eligió a Yadira Alarcón y Rafael Luna, por un periodo de 7 años, obteniendo la mayoría calificada del Pleno (dos terceras partes de los miembros, traducida en 78 y 74 votos a favor de 105 presentes, respectivamente).
Se ha dicho en los medios de comunicación que, respecto de Rafael Luna, sus notas no fueron las más altas y que, por dicha razón, no debía ser designado comisionado del INAI.
Sin embargo, quiero ser muy puntual en señalar que las Comisiones y las y los Senadores que integramos el Pleno del Senado cumplimos con el procedimiento previsto en nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública.
Esto es, se llevó a cabo una convocatoria pública de consulta a la sociedad, en la que ésta presentó las postulaciones que así consideró pertinentes, se llevaron a cabo las audiencias públicas de las y los candidatos, se presentaron los elementos que sustentaron su idoneidad y se cumplió con el principio de equidad de género.
En este sentido, a mi juicio, el INAI, ya integrado con sus siete comisionados garantizará, sin duda, el cumplimiento de dos derechos fundamentales en nuestro país: el de acceso a la información pública y el de protección de datos personales, además de promover una cultura de transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana, para el fortalecimiento de una sociedad incluyente y participativa.