La semana pasada se dio a conocer la noticia internacional de la caída de los bancos: Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank en los Estados de Unidos de América, lo cual, generó “pánico” sobre un posible contagio similar a la crisis financiera global de 2008 y obligando a las autoridades estadounidenses a intervenir para proteger los depósitos de los clientes.
Destaco los señalamientos, por una parte, del presidente estadounidense Joe Biden, en el sentido de que “estén tranquilos, el sistema bancario es sólido y sus depósitos están seguros”, para traer la calma a los mercados bursátiles mexicanos y detener el descenso del peso ese mismo día.
Por otra parte, del presidente López Obrador, señalando que “vamos bien en la economía y el peso resistiendo seguimos sin devaluación”.
Y finalmente, del subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath, en el sentido de que existen “diferencias intrínsecas” por las que el sistema financiero mexicano pudiera salvarse de mayores afectaciones ante la caída de los dos bancos de referencia.
Lo que implica que no tendría un impacto notable en el sistema financiero de nuestro país; sin embargo, de acuerdo a información de los medios, si existen afectaciones, particularmente: Grupo Financiero Banorte, cuyas acciones cayeron un 4%, Banco del Bajío (9%) y Grupo Financiero Inbursa (12%).
En este sentido, confío en que, dichos acontecimientos en Estados Unidos no afectarán de manera considerable en nuestro país, sobre todo si se considera que la propia Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) informó que las instituciones bancarias que operan en México están blindadas, puesto que “cuentan con solidez en sus niveles de capitalización, liquidez y calidad en su cartera de crédito”, lo cual, implica que estamos preparados y genera tranquilidad en la población.