Esta semana se dio a conocer el Índice Mundial de la Felicidad. Les contaré su historia rápidamente: hace 40 años el reino de Bután, cercano a la cordillera del Himalaya, decidió afrontar una crisis preguntando a sus habitantes qué tan felices eran, sin importar los bienes materiales.
En ese entonces la monarquía, de religión budista, basó sus políticas en lograr que sus habitantes estuvieran bien consigo mismos.
Esta idea tan innovadora se trasladó al resto del mundo y se instituyó la “Felicidad Interna Bruta” como un factor al que hay que aspirar. Desde 2006 la institución “New Economics Foundation” mide la felicidad de los países basándose en diferentes valores: bienestar psicológico,vitalidad de la comunidad, cultura, salud o educación, por decir algunos. Por cierto, ¿usted es feliz?
Según este Índice, Finlandia es el país más feliz del mundo. En Latinoamérica Costa Rica se lleva el primer lugar, luego Uruguay y en tercer lugar, México.
De hecho nuestro país subió 10 posiciones de 2022 a 2023 y se destaca, entre otras cosas, la calidez de su gente. Somos un país que quiere de verdad y en donde cualquier persona puede ser amiga.
¿Por qué les cuento esto? Porque una de esas personas que encontró en México un hogar es Esteban Mateus, colombiano conocido por todos nosotros como Esteman.
Esteman llegó a nuestro país con sus canciones bajo el brazo y muchos sueños. Se presentó ante un público discreto en un Vive Latino hace ya 10 años, luego en escenarios cada vez más grandes y dentro de poco hará su primer Auditorio Nacional.
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Lo que encontró aquí es lo que muchos artistas han declarado de nuestro país: un público fiel y cálido, que se emociona con sus canciones, que lo sigue y que lo apoya.
Más que una estrella internacional, la carrera de Esteman se parece más a la de un artista independiente: está al pendiente de sus redes sociales, él mismo las contesta y está al pendiente de todos los detalles en sus presentaciones. Es un hombre sincero y esa sinceridad se traduce en sus canciones.
“Esteman es un alter ego de Esteban. Pero a lo largo de los años me di cuenta que es importante que la gente sepa quién está detrás y eso es lo que hace que conecte con la gente. Si no me muestro como soy, esto no va a servir”, me dijo.
Decidió que la Ciudad de México sería su casa y, en sus propias palabras, su vida es común y corriente. “Me encanta poder estar tranquilo con quién yo soy, sin filtros. Aceptarme como soy y compartirlo. Es como si Esteban y Esteban se dieran la mano”.
Y se le nota ¿saben? He visto el crecimiento de Esteman a lo largo de los años. “Todos los aspectos personales me gusta llevarlos a mi música, escribir desde la sencillez”, comentaba. Se le nota esa comunión entre persona y artista. Y se le nota la felicidad que es algo que todos, en el fondo, estamos buscando.