Ante una terrible situación en la que se encuentra inmerso el país, debido a que el presidente López Obrador y su partido Morena se han querido apropiar de los procesos democráticos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación sólo ha demostrado lealtad a los mexicanos y a los principios vertebrales de nuestra Constitución.
Es evidente que a Morena y sus aliados no les gusta la transparencia ni el piso parejo y el Presidente insiste en hacer trampa a costa de lo que sea porque sabe que el pueblo de México ya no cree en sus mentiras.
Por ello, es pertinente reconocer la labor de la SCJN, ya que sigue demostrando su autonomía y conduciéndose con independencia, pese a los embates de López Obrador quien no se cansa de atacarla un día sí y otro también.
En ese panorama es pertinente que hagamos un alto y renonozcamos las acertadas decisiones del ministro Javier Laynez, quién no solo ha dado muestas de su valentía, sino de rectitud en su resolución en términos jurídicos que otorgó la suspensión a la segunda parte del llamado “Plan B”.
Sin embargo, lamentablemente, la respuesta por parte del Ejecutivo no se ha hecho esperar y ha atacado al Ministro que se ha conducido con altura de miras y ha priorizado a la Constitución y al Estado de Derecho. Hay que recordarle al presidente López Obrador que aunque no le guste, la ley es la ley.
Tanto es su enojo de López Obrador, que de manera ilegal, hoy en su conferencia “mañanera”, utilizó su poder mediático para llamar al voto en contra de la oposición en amplio uso ilegal de recursos públicos.
Es evidente que como en Morena ya saben que pronto se declarará inconstitucional el “Plan B”, entonces ya están lanzando una nueva estrategia para adueñarse del árbitro electoral y eso no hace bien a nadie.