Opinión

Negligencia criminal

Un colombiano dentro de los fallecidos  en el incendio de la estación migratoria en Juárez, México
(EFE) (Luis Torres/EFE)

Negar a las personas sus derechos humanos es cuestionar su propia humanidad”.

Nelson Mandela

Hablar de migración al día de hoy es poner en jaque a los Estados. La forma en la que un país maneja su política migratoria exhibe su cultura de la legalidad, su empatía, su visión y organización. En todo el mundo, las políticas migratorias se basan en el respeto irrestricto de los derechos humanos, por la obvia razón de que se trata de brindar protección a quienes están en una gran situación de vulnerabilidad tanto en patrimonio como en territorio.

En México, en teoría, la política migratoria “se constituye sobre la base del respeto pleno de los derechos humanos a partir de un enfoque multisectorial, pluridimensional, corresponsable, transversal, incluyente y con perspectiva de género”. Empero, en la práctica vemos horribles hechos como consecuencia de la negligencia y la simulación por parte de prácticas inhumanas por parte de autoridades mexicanas.

El incendio de una estación del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, que se desató la noche del pasado lunes 27 y en el que hubo casi 30 heridos y murieron al menos 39 personas de las 68 que estaban recluidas en el centro, ha hecho que la ONU denuncie el “uso extensivo de la detención migratoria” y que nosotros como sociedad continuemos poniendo en tela de juicio los valores democráticos y éticos de las autoridades y dejan ver el tremendo horror al que se enfrentan quienes buscan una mejor calidad de vida.

La actuación de los responsables es lo que está estremeciendo al mundo. En un video que empezó a circular el martes puede apreciarse a guardias del centro dejando encerradas a las personas mientras los consume el fuego.

A pesar del sufrimiento que puede apreciarse en el video, la reacción del Primer Mandatario, como líder de todo el aparato gubernamental fue: “Esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron a partir, suponemos, de que se enteraron de que iban a ser deportados, movilizados. Y como protesta, en la puerta del albergue pusieron colchonetas y les prendieron fuego y no imaginaron que esto iba a causar esa terrible desgracia”. Empero, esas palabras no responden porque los migrantes estaban en celdas o por qué los guardias no abrieron cuando vieron el fuego, además, deja fuera otras realidades: el hambre y las condiciones con las que se encontraban los migrantes y que el Gobierno no ha atendido con las condiciones necesarias. En estos tiempos de tanta información, pareciera que el Presidente quiere tapar el sol con un dedo.

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Ya organismos internacionales se han pronunciado antes esta atrocidad ocurrida. La Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.) a través de su portavoz António Guterres instó a emprender una investigación exhaustiva de la tragedia y reiteró su compromiso de “seguir trabajando con las autoridades de los países en los que se producen movimientos de personas para establecer vías de migración más seguras, reguladas y organizadas”. Por su parte, Refugees International, por medio de Rachel Schmidtke, su representante, aseveró una realidad: “El INAMI tiene una larga historia de abusos hacia los migrantes en México, y una mayor rendición de cuentas por esos abusos podría haber evitado esta tragedia”.

A nivel internacional, los flujos migratorios provenientes de Centro América hacia Estados Unidos no son algo nuevo, lo impactante del actual fenómeno de la caravana migrante es que se trata de la participación de familias, niñas y niños. Son casi 30,000 migrantes los que fluctúan por el territorio mexicano diariamente, y cientos de miles de Venezuela, Nicaragua, Haití, Honduras o Guatemala, mencionar algunos, los que arriesgan sus vidas por llegar al primer mundo. Por desgracia muchos mueren en el camino a causa del crimen organizado que teje redes de explotación y como puede apreciarse, el Estado mexicano en nada parece ayudar a enmendar esta situación, sino lo contrario. Se ha desencadenado una verdadera crisis humanitaria, solo comparable a la vivida en las guerras.

Según el reciente reportaje de El País, los últimos dos presidentes de Estados Unidos, han confiado a México parte de su política migratoria, misma que consiste en detener a los migrantes antes de que lleguen a su país y tristemente México ha aceptado: “En los últimos dos años, el país ha registrado números récord de detenciones de migrantes de manera consecutiva. En 2021 fueron 228.115. En 2022 se registraron 444.439. Al norte del río Bravo”.

Entonces no es novedad que México le continúe cerrando las puertas a los migrantes: es por eso que los migrantes estaban detenidos… y de hecho tristemente no tenían por qué haber estado detenidos. La realidad es que las instancias correspondientes no hacen lo necesario para ayudar con respeto al flujo migratorio y lo más fácil y práctico es al fin y al cabo detenerlos.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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