La migración en todo el mundo se ha convertido en un fenómeno que ocurre por diversas razones, esencialmente de carácter social, económico y político.
Lamentablemente, las difíciles circunstancias que se viven en Latinoamérica obligan a parte de sus habitantes a desplazarse hacia otras naciones en búsqueda de mejores condiciones de vida.
En ese sentido, México ha tenido siempre un amplio reconocimiento mundial por su solidaridad y política humanitaria para recibir a migrantes.
En ese contexto, durante los años recientes se han incrementado de manera sustancial los movimientos migratorios, con la característica que nuestro territorio es más utilizado solo como paso hacia nuestro vecino del Norte, siendo México solo un refugio temporal para esas comunidades.
Cientos de miles de personas desplazadas, principalmente provenientes de países centroamericanos, vienen a México. Son grupos numerosos, lo cual representa una gran presión para que esta situación se dé en forma legal, ordenada y pacífica.
Para ello, contamos con leyes, acuerdos internacionales e instituciones especializadas que deben sujetarse a lo dispuesto por las normas legales, pero sobre todo actuar con estricto respeto a los derechos humanos.
El Senado mexicano, ante los trágicos hechos ocurridos en Ciudad Juárez, Chihuahua, promovimos un Punto de Acuerdo para que: las autoridades responsables implementen acciones inmediatas de atención y reparación del daño; se investiguen los hechos, se deslinden responsabilidades y se decreten medidas cautelares; también para revisar el funcionamiento de los Centros de Detención del INAMI.
Para la la creación de un grupo de trabajo para seguimiento del caso y para la comparecencia del director del INAMI así como la atención inmediata a las víctimas por parte del RENAVI. Estos lamentables hechos no quedarán impunes.