Lo primero que requerimos es reconocer la importancia del Instituto para la vida pública del país; como una herramienta eficaz para combatir seriamente la corrupción a través de la instauración de medidas de transparencia y rendición de cuentas efectivas que se legitimen desde todas las áreas del Estado mexicano y, desde esa perspectiva, trabajar, de ser necesario, para ir mejorando procesos y alcances de un organismo que ha demostrado la enorme ayuda que ha representado para la ciudadanía.
Por otro lado, requerimos los acuerdos necesarios para destrabarlo con el carácter de urgente más allá de decisiones personales o de grupo.
Es necesario que el Poder Legislativo demuestre su capacidad para analizar perfiles en términos de lo idóneo para un Instituto que hoy se encuentra inoperante porque no cuenta con la plantilla necesaria de Comisionados.
No creo que haya una instancia gubernamental que quiera contravenir lo que la ciudadanía ha luchado y conseguido desde hace décadas en materia de transparencia, de ahí la importancia del diálogo abierto, constructivo y serio para que la nueva convocatorio surja de inmediato y las personas que quieran participar se presenten al proceso de forma clara, transparente y en función de sus capacidades y experiencia para mantener la legitimidad del Instituto.
Como sabemos, el veto de los anteriores comisionados electos por el Senado ha causado un retraso, sin embargo, también debemos reconocer que así funciona la democracia y que todas las voces tienen cabida en caso de duda o inconveniente.
Lamentablemente el tiempo se agota y puede tener consecuencias lamentables para un organismo constitucional autónomo que a lo largo de los años desde su implementación ha generado mecanismos fundamentales para que la ciudadanía tenga un papel activo.
Es momento de demostrar la altura de miras, el compromiso e iniciar el proceso cuanto antes no por cuestiones políticas, sino por el compromiso adquirido ante el pueblo de México que debe reforzarse cada vez más con nuevas medidas y acciones afirmativas. Lo que necesitamos es seriedad en el proceso atendiendo a la urgencia del tema.