El tema propuesto de las Naciones Unidas en el Día Internacional de la Madre Tierra el 22 de abril para este año “Cuidar a nuestra Madre Tierra” es un llamado claro a la acción y a la conciencia del mundo que hemos creado y que queremos heredar a las generaciones por venir.
La acidificación de los océanos, el aumento de las temperaturas, los incendios forestales, las inundaciones, la propagación de enfermedades como el COVID -19, que son las consecuencias a los impactos del ser humano en los ecosistemas, son síntomas de una grave enfermedad planetaria.
La conciencia en este Día Internacional de la Madre Tierra está enfocada en que necesitamos un cambio hacia un sistema de economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta, y que promueva la armonía con la naturaleza.
Cada persona en el mundo, podemos contribuir con la restauración de los ecosistemas con pequeñas grandes acciones dosificando nuestro consumo de lo que no requerimos y realizando acciones como la reducción de residuos, de la basura que generamos, y buscando aplicar tecnologías que sean amigables con el medio ambiente.
Pero, sobre todo, en comprender de qué se trata el punto en el que nos encontramos. Comprender la historia de nuestro mundo evitando los errores del pasado para contribuir desde el ámbito y la trinchera que nos toque para restaurar nuestro hogar temporal.
Amar a la Madre Tierra es también entender que está facilitándonos la experiencia de la dimensión material con todos sus retos y toda su belleza. Cualquier mejora como seres humanos nos convierte en menos peso para la Tierra.
Las buenas acciones, los buenos actos, los buenos sentimientos y aquello que eleve nuestras virtudes, son también una medicina para nuestro planeta, en la que no importan las creencias de cualquier tipo, ni rangos de edad, o nacionalidad.
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Todo esto es luz universal que generamos y transmitimos para que la mente colectiva se nutra de un #EfectoPositivo que traiga inspiración, nuevas soluciones, nuevas ideas, voluntades renovadas y más y mejores formas de hacer las cosas, a todos los niveles.
Al convertirnos en personas más luminosas que contribuyen al bien, y al dejar de generar karma negativo, estamos siendo una especie de agujas de acupuntura para la bondadosa Tierra que nos da sin pedir nada a cambio.
El momento ha llegado para que nuestros pensamientos, palabras y acciones estén alineados hacia el rencuentro con lo más elevado y bello de ser espíritus encarnados, y parecernos más al Sol que ilumina y da vida a toda la vida en todas partes.
La Madre Tierra nos mantiene unidos a ella porque nos ama incondicionalmente, así que, como adultos responsables, debemos corresponder con nuestro amor consciente en toda forma posible. Hagámoslo este día y todos los días hacia adelante.