En 1993, brigadas de la Unión Nacional de Padres de Familia, la Alianza para la Moral y varias organizaciones más, recorrieron la Ciudad de México para juntar firmas e impedir que se llevara a cabo un concierto que, según lo que se leía en los panfletos que repartían, “incitaba a la homosexualidad, a la bisexualidad, a la blasfemia, al pecado y atenta contra las buenas costumbres”.
Ese espectáculo era nada más y nada menos que el primer concierto en nuestro país de Madonna.
Sobra decir que no lo lograron, aunque estuvieron muy cerca: se dice que los organizadores tuvieron que recurrir al presidente de la República para que la cantante se pudiera presentar en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Visto a la distancia, es entendible que los defensores de las buenas costumbres se escandalizaran de Madonna: una cantante con convicciones fuertes, que acababa de sacar Vogue, canción que adoptó la comunidad LGBT+, que habló de temas abiertamente sexuales en una década en donde eso no era bien visto.
Pero también una mujer comprometida y con mucha conciencia social: fue la primera cantante que incluyó en uno de sus discos una nota para que se hablara del VIH y se diera un trato digno a las personas con el virus. De hecho, en aquella mítica presentación saludó a nuestros paisanos gritando
“¡El amor no protege contra el sida, pero el condón sí, México!” portando un sombrero de charro y rodeada de sus bailarines que durante poco más de una hora hicieron bailar a todos.
La carrera de Madonna ha pasado por muchas controversias y ella acepta ser el centro de la polémica: desde aquel “Like a Virgin” que hizo que muchas radiodifusoras no quisieran transmitirla, hasta el escándalo provocado por su video “Like a Prayer” en donde bailaba y besaba a una figura religiosa.
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Después de aquella presentación en 1993, regresó a México con su gira Sticky & Sweet Tour en 2008, con su Tour MDNA en 2012 y con Rebel Heart en 2016, un concierto que muchos recordamos porque por primera vez vimos a una Madonna sensible, llorando en el escenario y que dijo a los asistentes que a veces le resultaba difícil levantarse, “pero verlos aquí disfrutando, ver sus ojos, me hace querer seguir con el show”.
Esta misma semana Madonna anunció que regresará a México en enero de 2024 como parte del “The Celebration Tour”. Sabe que los fans mexicanos somos leales a su música. Pero tristemente en redes sociales se le ha culpado de querer seguir dando conciertos con cuatro décadas de carrera.
Los comentarios han ido de “ya no está en edad” a “debería de retirarse”. La controversia ya no está en ser transgresora o promover las malas costumbres sino en el proceso natural de la edad.
Pero ella está consciente de eso. Estoy seguro que la “Reina del Pop” nos ofrecerá un show increíble.
Porque como mujer rebelde, también podrá contra esas críticas infundadas. Su legado a la música es indudable y esperamos que Madonna nos deje con la boca abierta: tal cual ha ocurrido desde hace 40 años.