Mi amado maestro, el Dr. Joseph Michael Levry, suele decir “reconozcamos a nuestros hijos e hijas como los valientes e intrépidos guardianes del futuro”. Las niñas y los niños están naturalmente conectados con los reinos superiores y los mundos invisibles.
Desafortunadamente, después de los siete años, este vínculo comienza a desvanecerse y van olvidando paulatinamente la conexión con su verdadera pertenencia espiritual.
Con el conocimiento de la Sabiduría Divina Espiritual y de las nuevas nociones sobre educación, usted puede ayudar a sus hijos a mantener su preciosa conexión con sus guías, ángeles y su más profunda intuición.
Permitir que los niños mantengan esta guía celestial es benéfico porque puede ayudar a guiarlos de manera más segura en este complejo mundo.
A decir de muchos seres despiertos, desde hace más de cuatro décadas y cada vez con más frecuencia, están naciendo los niños clarividentes en gran número con el ímpetu de crear un nuevo tipo de conciencia en la Tierra.
Por lo tanto, es muy importante reconocerlos y darles el espacio y lugar que requieren. Los padres y madres de esta Era, así como los modelos educativos, deben trabajar con y para que la infancia esté debidamente protegida, nutrida, moldeada y guiada, de manera suficientemente firme y amorosa al mismo tiempo, recordando que las niñas y los niños son muy susceptibles a la influencia de los adultos.
Por esto, tenemos una enorme tarea sobre lo que sembraremos y que florecerá en ellos cuando sean adultos. Es nuestra responsabilidad ponerles en el camino hacia una vida positiva y productiva, principalmente con el ejemplo que les demos, para que se conviertan en ciudadanos ideales del Universo.
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“Cuando vivimos de acuerdo con altos ideales, demostrando los principios de una buena salud física y mental, nos convertimos en modelos vivos de lo que deseamos que sean y lleguen a ser nuestros hijos.”
Es de vital importancia que reconozcamos que uno de los regalos más grandes y significativos que les podemos dar es procurar su equilibrio y salud mentales, pues estos serán vitales para su éxito y plenitud verdaderos.
Es prácticamente imposible que tengan un buen desempeño y adaptación social y académica sin un buen estado de salud mental y emocional. Las niñas y los niños deben ser conducidos en un balance entre el juego y el aprendizaje.
De forma fundamental, debemos ser muy conscientes de quitarles nuestra sombra de deseos y agendas particulares, pues muchas veces intentamos que sean rehenes de nuestros propósitos ocultos o queremos vivir indirectamente a través de ellos haciéndolos a nuestra imagen y semejanza, con lo que truncamos su verdadera luz y lo que vinieron a ofrecerle al mundo.
Si realmente queremos regalarles algo de valor, podemos proporcionarles el ambiente para que sus talentos y cualidades especiales florezcan, y siempre de los siempres, se les debe permitir ser quienes son sin imponerles vocaciones, gustos o preferencias.
Ofrecerles un mundo de mayor salud emocional, mental y física, y de mayor libertad, soberanía y posibilidades, es un inmejorable regalo para las niñas y los niños.