En este momento histórico, donde el populismo y la obsesión por destruir instituciones es el eje rector del gobierno, se necesita un Poder Judicial independiente y fuerte que trabaje y defienda al pueblo de México.
Sin duda, la decisión de invalidar la primera parte del “Plan B” de López Obrador que se tomó el día de ayer con el voto de 9 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), es una luz de esperanza para los mexicanos.
Ésta, es la muestra de la necesidad de contar con un poder trifurcado, de tener contrapesos y es un mensaje claro de que por encima de la ley no debe haber nada ni nadie.
Es innegable que la Suprema Corte ha hecho un trabajo excepcional al cumplir con su tarea de preservar el mandato Constitucional y la legalidad en la creación de leyes.
Morena y sus partidos aliados solo han utilizado al Poder Legislativo como una oficialía de partes, incumpliendo con las formalidades del proceso parlamentario y sin escuchar a los mexicanos.
Es lamentable que los legisladores del régimen cometan cada día más desaseos legales con tal de cumplirle al presidente López Obrador sus caprichos.
Sin duda, este lunes fue un día histórico, porque con este antecedente, la segunda parte del “Plan B” deberá, cuando se analice, ser declarado inconstitucional, ya que se cometieron las mismas violaciones al procedimiento parlamentario.
Desde el Senado mexicano, respaldo a los ministros porque sé que hoy México requiere de jueces constitucionales independientes y valientes que hagan valer la ley suprema. Hoy México necesita hombres y mujeres fuertes en la Corte que hagan honor a su cargo.