En un mundo cada vez más digitalizado, los medios de comunicación enfrentan un sinfín de desafíos para mantenerse relevantes y cumplir con su función primordial: informar y entretener a la sociedad. Este 2023 se presenta como un punto de inflexión crucial para esta industria, en la que aquellos que no se adapten e innoven corren el riesgo de quedarse atrás en el abismo de la obsolescencia.
Ya ha pasado la pandemia, la ruptura del paradigma del teletrabajo y el retorno a las redacciones con el reto de atraer mayor fidelidad entre los consumidores de contenido. Pero también han pasado 17 años desde que Publimetro trajo el modelo de prensa gratuita a México. En este tiempo hemos sabido ser disruptivos en diferentes aspectos, pero este 2023 hicimos lo que nadie se había atrevido, crear una edición completa con Inteligencia Artificial.
Hoy, uno de los principales retos que tanto Publimetro como el resto de los medios de comunicación enfrentan es la creciente brecha entre la realidad y la percepción de la verdad. En la era de las redes sociales y la posverdad, la verificación de hechos y la objetividad de los medios de comunicación se han vuelto especialmente vulnerables.
Ahora tanto las empresas de comunicación como quienes trabajamos en ellas debemos esforzarnos por recuperar la confianza de la audiencia, presentando información precisa y balanceada, respaldada por rigurosos estándares periodísticos. La credibilidad es el activo más valioso que poseemos y debemos protegerlo a toda costa y no dejarlo en las manos de una máquina que basa su criterio en algoritmos.
Además, los medios deben enfrentar el desafío de captar y mantener la atención de una audiencia cada vez más dispersa y fragmentada. La sobreabundancia de información a la que estamos expuestos diariamente ha generado una sociedad con una capacidad de atención cada vez más reducida.
En este contexto, los medios deben encontrar nuevas formas de contar historias, utilizando formatos innovadores que capten la atención de las personas y las involucren emocionalmente. Tenemos que quitarnos de la cabeza si es para papel, radio, pódcast, redes sociales o video.
La información, la noticia y el contenido hoy deben crearse en base a salidas multiplataformas para llegar a más y más audiencia con el mismo rigor periodístico. No es el tiempo de los voceadores, pero sí lo es de un buen post o tuit, un buen tiktok o reel, una buena intro, foto o titular lo más inmediatos posibles. Ahí está el gancho para llegar a las nuevas audiencias.
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La transformación digital también es un reto ineludible para los medios de comunicación en esta era poscovid. Las plataformas en línea y los dispositivos móviles continúan ganando terreno como principales fuentes de información y entretenimiento. Hay que adaptarse a estos canales de distribución y enfocar todos los esfuerzos en ofrecer contenido de calidad en formatos accesibles y atractivos para las audiencias digitales más allá de las ediciones impresas.
La inversión en tecnología y en la formación de profesionales capacitados en el entorno digital será crucial para sobrevivir en este nuevo ecosistema mediático. Pero más allá, no debemos olvidar la importancia de la conciliación laboral y de la necesidad de dignificar la profesión periodística más allá de los despachos, las redacciones y de las computadoras en el país más peligroso del mundo para quienes ejercemos esta profesión.
Porque recuerden, los periodistas además de amantes de nuestro trabajo, sobre todo, somos personas que tenemos una labor fundamental en la transmisión de lo que sucede en el mundo.
Además de estos desafíos, los medios de comunicación también enfrentan presiones económicas significativas. La publicidad tradicional ha perdido gran parte de su eficacia debido a la fragmentación de la audiencia y la popularidad creciente de las plataformas digitales sin publicidad.
Los medios deben diversificar sus fuentes de ingresos, explorando modelos de suscripción, patrocinios y colaboraciones estratégicas. La creatividad en el ámbito empresarial es fundamental para garantizar la sostenibilidad y la independencia editorial y alejarse de la esclavitud de los algoritmos.
En resumen, la búsqueda de la verdad, la captación de la atención, la transformación digital y la viabilidad económica son solo algunos de los desafíos que deben afrontar.
Sin embargo, en medio de la adversidad, también hay oportunidades para aquellos que sepan adaptarse e innovar. Los medios de comunicación tienen un papel esencial en la sociedad y, a pesar de los obstáculos y de los ataques por parte de quienes no los ven como un pilar esencial y una balanza en el sistema democrático, estoy convencido de que aquellos que sepan afrontar estos desafíos con valentía y visión podrán escribir, editar, grabar, subir o crear un futuro brillante.