A decir de mi Maestro el Dr. Joseph Michael Levry, necesitamos urgentemente de un nuevo nivel de conciencia espiritual pues la invención de los teléfonos inteligentes marcó el advenimiento de un nuevo mundo, mismo que es sumamente notorio con todos los cambios abruptos que la humanidad ha atravesado en tan corto tiempo durante las últimas décadas.
Este es un tiempo sumamente trascendente en el que tenemos que crear y acceder a un grado de conciencia en el que nos alejemos de todo lo que nos divide para que podamos aprender a reconocer nuestra humanidad como el común denominador para todos. Es el momento del servicio con letras mayúsculas y de aterrizarlo del concepto a la acción.
Es el tiempo de hacer vida y no sólo teoría el extender una mano amiga cuando alguien se está desmoronando, “junto con nuestra bondad, nuestra compasión y nuestro amor incondicional”.
Es el tiempo preciso de ir más allá de la ilusión de la separación y realmente tener muy dentro la idea de que todos estamos interconectados, porque lo estamos. Independientemente de las creencias religiosas que tengamos, debemos buscar ser instrumentos de Amor, Paz y Luz, y convertirnos en velas encendidas para el bien en el mundo.
Hoy por hoy, estamos todos convirtiéndonos en quienes pueden llevar la batuta en sus ámbitos de competencia, siendo primero modelos de inspiración para nosotros mismos, extenderlo al núcleo de nuestras familias, de nuestro círculo social, de nuestro entorno inmediato, y de quienes podamos abarcar para demostrar con el ejemplo todo el bien que puede contener y hacer una sola persona.
No hay impacto pequeño. Tenemos que ser como las células benignas que aparecen espontáneamente en casos de remisión de enfermedades incurables.
Tenemos que ser El Milagro. Y en esto, al tiempo que estamos interrelacionados, la elección que tomamos es personal, de aquello que queremos llegar a Ser, lo que queremos hacer, y lo que queremos tener y alcanzar. La energía de la Madre Tierra ha estado elevando mucho su frecuencia en los últimos años, y esto prácticamente nos obliga a estar al nivel de esta sintonía dejando atrás radicalmente viejos malos hábitos y costumbres no positivas para poder movernos en armonía.
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De no ser así, dijo el Dr. JML en nuestra más reciente entrevista, nos veremos enfrentados a hacerlo sin más remedio, o a haber aprendido tanto por medio de experiencias muy retadoras que no tengamos de otra más que cambiar. Pero si así lo elegimos, estos pueden ser tiempos fabulosos de crecimiento espiritual y también de proyectar aquello que más deseamos, de nuestros talentos y alcances, aprovechando la enorme gama de herramientas disponibles incluidas las nuevas tecnologías, el conocimiento y la información a la que podemos tener acceso a diferencia de hace tan sólo un par de décadas.
De igual forma, es fundamental que despertemos a la conciencia para que todo cuanto ha sido y es creado por el ser humano, sea orientado y aplicado para la evolución, para el cuidado de la vida, para el crecimiento, y para el verdadero éxito de nuestra especie, empezando ya por cada uno de nosotros.