¡Resista! No es momento de darse por vencidos no de tirar la toalla. En estos tiempos de cambios abruptos y grandes transiciones, a decir de grandes maestros de la humanidad, estamos atravesando por lo que en prácticamente todos los textos sagrados se ha mencionado como “el fin de los tiempos”, o el paso hacia otro mundo.
Desde el punto de vista de la cosmología hindú, hemos entrado en el Kali Yuga, descrito en el Mahabharata como la cuarta y peor etapa del ciclo de Yugas, que es como se denomina a cada era de 432.000 años que forma los 71 ciclos en los que se dividen los kalpas compuestos de un millar de ciclos de cuatro yugas.
Kali, en sánscrito significa “La que es negra” o “La que es la muerte” y en el hinduismo, diosa del tiempo, del juicio final, también asociada con la sexualidad, la violencia y en otra fase, con el amor maternal. Estas son descritas también como edades de oro, plata, bronce y hierro. Interesantemente, tal como si estuviéramos siguiendo un manual, se están cumpliendo los rasgos de esta Era, en la que se dice, se verán con fuerza los efectos de los conocidos pecados capitales y con ellos la pérdida u ocultamiento de valores universales, el aumento de adicciones, una especie de sin sentido colectivo, el predominio de malos gobernantes, el surgimiento de epidemias, de cambios en el clima y los fenómenos de desastres naturales, en fin, una especie de pérdida del orden natural que llevará a un punto de inflexión que nos hará avanzar a una nueva etapa de dharma y recomienzo para la vida humana en un orden sin precedentes.
En definitiva, estamos ante un momento en el que es muy fácil perdernos del camino y lo complicado es mantenernos en equilibrio. Por esto es que ahora es el momento justo para que nuestros principios y herramientas internas nos mantengan de pie. Generar pensamientos y #EfectoPositivo en nuestras vidas, no es sólo para aplicarse de manera superficial, sino para construir la edificación completa de nuestro Ser que sea capaz de recibir fuertes impactos emocionales (de shock si es necesario) y de afrontar los retos.
Es fundamental que estemos hechos a la idea de que, si las condiciones no se presentan, nosotros tenemos que crear las condiciones. Comenzar por una atmósfera positiva que posibilite estados de paz, buena energía, y felicidad, haciendo ejercicio, moviendo el cuerpo, alimentándose sanamente, dejando sustancias nocivas, cuidando la salud mental, emprendiendo cosas nuevas y productivas, siendo personas creativas y ocupadas en hacer el bien, escuchando música de alta frecuencia, conectándose con cosas, actividades, personas, lugares, hábitos de alta vibración, estableciendo metas y aspiraciones, principalmente para que las niñas y niños de hoy se conviertan en buenos frutos de generaciones de adultos, y que en sus bases no exista tanto caos y desarmonía.
Aunque suene irrelevante, demasiado optimista o imposible, es vital para nuestra supervivencia comenzar por cada día que amanece, sosteniendo permanentemente una visión positiva, dichosa, y pacífica que vaya propiciando una mentalidad para generar y buscar oportunidades. Una de las peores actitudes que podemos tomar ahora es la de derrotismo, pesadumbre, de generar más negatividades, de no querer, no desear, no alcanzar, de contribuir a más odio y resentimiento.
No es para nada el momento de darle espacio a la depresión o la auto-lástima. Es esencial mantenerse positivo en la mente y el corazón, pues, como lo afirma Martin Seligman (conocido como el padre de la psicología positiva), la felicidad se puede aprender y poner en práctica intencionalmente. En lo que esté en nuestras manos, podemos atravesar esta etapa de manera exitosa y grandiosa, si así lo elegimos.