Trabajo, esfuerzo y emprendimiento

"Todavía hay espacio para que más mexicanos puedan contar con trabajos dignos y estables".
"Todavía hay espacio para que más mexicanos puedan contar con trabajos dignos y estables". Foto: (Especial)

Por conservar un empleo, las y los mexicanos hacemos una gran inversión en tiempo, dinero y salud personal. La precariedad laboral que durante muchos años fue la norma, gracias al abuso de prácticas como la subcontratación (outsourcing), provocó jornadas de trabajo que no necesariamente redundaban en una mayor productividad y generó condiciones injustas en diferentes sectores de la economía. Ese entorno parece que ha cambiado.

El empuje de una reforma laboral que se ha aplicado correctamente, entre otros factores positivos, aumentó en casi dos millones y medio el universo de trabajadores en el país, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) correspondiente al primer trimestre del año. Este instrumento de medición del INEGI cuenta además con varios datos que son ilustrativos acerca de la manera en que las y los mexicanos nos desempeñamos en un empleo o emprendemos un negocio para garantizar nuestro sustento.

Es indiscutible que la generación de puestos de trabajo ha regresado a un impresionante nivel prepandemia e incluso superado éste en el campo de los empleos formales, aunque también en aquellos que no lo son y en la incorporación de miles de personas al comercio en pequeño. Sin embargo, todavía hay espacio para que más mexicanos puedan contar con trabajos dignos y estables, porque somos una sociedad que se esfuerza y que arriesga para emprender; dos cualidades que no siempre son aprovechadas.

El fenómeno económico que será la recomposición de cadenas productivas -el llamado nearshoring- para surtir una amplia gama de productos y de servicios a los Estados Unidos y Canadá, desplazando la manufactura, ensamble y producción de mercancías desde Asia, también está atrayendo inversión que ha identificado el potencial real de la fuerza de trabajo mexicana y está dispuesta a ajustarse a una nueva realidad normativa en lo laboral. A este cambio se debe añadir un nuevo auge de la organización sindical y la aparición de nuevos colectivos gremiales que están ganando terreno en uno de los sectores más atrasados en lo político y en lo social en el país. Gracias a ello las relaciones entre empresas y empleados se han modificado para bien, no sin algunas complicaciones, pero con resultados que no se habían visto en mucho tiempo.

Según el INEGI, 76 de cada 100 varones en edad de trabajar son económicamente activos, mientras que 46 de cada 100 mujeres se encuentran en esa situación. A pesar de que hay un progreso, es importante insistir en que el mercado laboral sigue sufriendo de disparidades en cuanto al género y eso margina a miles de mujeres, lo que perjudica a todo el país.

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Del universo todavía sin emplear, sorprende que tengamos 5.4 millones de personas que están disponibles para entrar a un trabajo, en caso de contar con la oportunidad. Lo comento, porque en el Servicio de Protección Federal, organismo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México que tengo el honor de encabezar, seguimos buscando a miles de mujeres y hombres de 18 a 65 años que nos ayuden a ocupar una plaza digna y estable de guardia con un sueldo neto de $11,164.30 pesos mensuales, un paquete muy atractivo de prestaciones, para funciones de guardia y custodia de inmuebles federales.

Por otra parte, la población que inicia un pequeño negocio mantiene un ritmo estable y demuestra que la gente busca sus propias oportunidades. Ganarse la vida en el cambio de época que vivimos no es sencillo, pero hay una voluntad que forma parte de nuestra cultura para esforzarnos y lograr mejores condiciones de vida.

Sin embargo, los centros de empleo del país siguen siendo las grandes capitales, particularmente la Ciudad de México y el Estado de México, que le disputan a la industria especializada y maquiladora del bajío y el norte el liderazgo de la producción de puestos de trabajo. Esta tendencia comienza a equilibrarse con un repunte notorio en el sur, por las grandes obras de esta administración, el corredor en el Istmo y la relocalización de ramas industriales que se convencieron de las ventajas de contar con recursos naturales todavía suficientes, como lo es el agua potable.

Vienen nuevos desafíos para consolidar una reducción permanente del desempleo en México, además de posibles amenazas que tendremos que conjurar con el arribo de herramientas de inteligencia artificial. No obstante, las cifras del INEGIR confirman que somos una sociedad trabajadora, con iniciativa, que solo busca una oportunidad para demostrarlo.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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