Ya no es ninguna novedad para nadie la fobia y la aversión que el inquilino de Palacio siente hacia los ministros, los magistrados y los jueces, pues a pesar de que al iniciar su mandato se comprometió a tener una relación respetuosa con el Poder Judicial, encargado de administrar la justicia en el país.
La autonomía de este Poder ha resultado muy molesta para el titular del Ejecutivo Federal quien a pesar de sus múltiples intentos y actos de corrupción, ha fallado en su empeño para doblegar a la mayoría de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La perorata tan hostil hacia la SCJN alcanzó ya niveles inimaginables pues hasta funcionarios públicos, legisladores y fanáticos de López Obrador han empezado a copiar este comportamiento promoviendo tal violencia que incluso han llegado al extremo de amenazar de muerte a la Ministra Presidenta, Norma Piña.
Es evidente que López Obrador quiere seguir generando desconfianza hacia las instituciones y acabar con el sistema democrático lo que se demuestra una vez más con la iniciativa presentada hace unos días por morena ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión a través de la cual se pretende que los ministros de la SCJN, así como los magistrados de circuito y jueces de distrito sean electos por voto popular.
Lo anterior hace evidente el profundo desconocimiento de las funciones que los ministros desempeñan pues si bien es cierto, el titular del poder ejecutivo y los integrantes del poder legislativo se eligen por voto popular, esto se debe precisamente a que nuestro trabajo es velar por los intereses de los ciudadanos a quienes representamos.
Pero el deber de los ministros consiste en defender la Constitución y hacer cumplir la ley, no son representantes populares pues su misión es protegernos de los abusos de las mayorías.
Esta es la razón por la que los ministros se eligen a través de mecanismos que buscan asegurar que no defiendan ni al presidente ni a ningún partido político en particular. En ningún país democrático del mundo se elige a los ministros y a los jueces a través del voto popular.
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López Obrador pretende imponer un régimen autoritario con un Poder Judicial a modo sometido al Poder Ejecutivo y estar en posibilidad de violar la Constitución, las leyes y los derechos humanos sin restricción y sin ninguna consecuencia pues el papel de la Corte es indispensable para preservar el orden constitucional, convencional y legal.
Definitivamente es un tirano. Al tiempo…
DETALLES. Exigimos al Gobierno de la Ciudad de México una explicación lógica y coherente sobre el destino de los víveres donados por los miles de mexicanos que se solidarizaron con los damnificados por el terremoto en Turquía y Siria y que fueron entregados en el centro de acopio instalado por el propio gobierno de la Ciudad en el Centro Histórico. ¡Basta de mentiras y corrupción!