Tal y como se vio en los anteriores instrumentos democráticos como la Revocación de mandato, donde cínicamente los líderes del oficialismo publicaron imágenes acarreando e invitando al electorado a votar, los fraudes a la ley por parte de las “corcholatas” presidenciales de Morena no se hicieron esperar: los actos anticipados de campaña. Ejercicios que sólo se permiten en un régimen anárquico, en una oclocracia (gobierno de una muchedumbre violenta) donde la mentira es el pan de cada mañanera que se sostiene por los acólitos del Presidente como dogma. Concentración del poder y constantes embestidas a las instituciones democráticas.
Los actos anticipados de campaña electoral consisten en la realización de actividades que promueven a un candidato o partido político antes de que se inicie formalmente la campaña electoral. Estos actos pueden incluir desde la distribución de propaganda electoral hasta la realización de mítines y eventos públicos, tal y como se ha visto en las “corcholatas”.
Por su parte, la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE) en su artículo 226 refiere que los actos proselitistas realizados antes del comienzo de las precampañas serán sancionados con la negativa al registro a la precandidatura y esto es así porque se considera que violan las normas de equidad y transparencia en las elecciones. Esto se debe a que las y los candidatos o partidos que realizan estos actos tienen una ventaja sobre sus competidores, ya que pueden llegar a los votantes antes que ellos y generar una mayor exposición mediática.
Además, los actos anticipados de campaña electoral pueden ser perjudiciales para la democracia, ya que pueden generar una polarización temprana de la sociedad y una mayor confrontación entre los partidos políticos. Esto puede llevar a una campaña electoral más agresiva y divisiva, lo que puede afectar negativamente la calidad del debate político y la confianza de los ciudadanos en el sistema electoral.
Por estas razones, es importante que los partidos políticos y los candidatos respeten las normas electorales y eviten realizar actos anticipados de campaña electoral. En su lugar, deben centrarse en presentar sus propuestas y programas de manera clara y transparente durante la campaña electoral oficial, y competir en igualdad de condiciones con sus rivales.
Institutos políticos como Movimiento Ciudadano ya han interpuesto diversas denuncias ante la Unidad Técnica de los Contencioso Electoral (UTCE) del INE, las primeras de ellas en contra del acuerdo aprobado por el Consejo Nacional de Morena del pasado 11 de junio, ya que viola la normativa electoral, que establece claramente que las precampañas de los partidos políticos deben iniciar hasta la tercera semana de noviembre del año previo a la elección por la presidencia.
En palabras del Coordinador de la Bancada Naranja en la Cámara de Diputados, Jorge Álvarez Maynez, “son cinco meses de ventaja ilegal”, en relación de los otros partidos políticos, tal y como lo constató la impugnación ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). A ese recurso se sumaron otros dos solicitando medidas cautelares y puntualizando que Morena no cuenta con facultades para fiscalizar por sí mismo las campañas de sus aspirantes. En el otro, exige al Instituto Nacional Electoral (INE) que se pronuncie sobre la ilegalidad del proceso
PUBLICIDAD
Además, Movimiento Ciudadano ha denunciado también que las “corcholatas” han realizado actos proselitistas con recursos públicos en Nuevo León, Oaxaca, Ciudad de México, Hidalgo y Estado de México en donde los denunciados buscaron posicionarse de manera indebida y anticipada.
Los actos anticipados de campaña electoral son una práctica ilegal y perjudicial para la democracia. Los partidos políticos y los candidatos deben respetar las normas electorales y evitar cualquier actividad que pueda generar una ventaja injusta sobre sus competidores. No pueden proclamarse como guardianes de la legalidad quienes con descaro y soberbia realizan violaciones de esa índole. Como ciudadanía nos corresponde exigir que se realice una campaña electoral justa, transparente y que fortalezca la confianza de los ciudadanos en el sistema electoral.
Estamos teniendo una película remasterizada de los peores tiempos del que fue partido hegemónico en México. Tenemos que alertar a nuestros allegados de que nuestra democracia está en peligro por culpa de este poder autocrático que actúa impunemente. Y lo peor es que si la democracia se ve vulnerada, perderemos también nuestra voz y libertades fundamentales. La oclocracia que nos gobierna tiene al inquilino de palacio como símbolo y a la patria como enemiga.