La Auditoría Superior de la Federación es una institución que tiene su origen en el marco constitucional desde el nacimiento de México como nación independiente. A lo largo de su historia por más de 200 años se ha ido perfeccionando, pero sobre todo es un órgano con autonomía técnica y de gestión de la Cámara de Diputados profesional altamente especializado. En su conformación actual llega a ya a casi un cuarto de siglo.
Una de las mayores responsabilidades que tiene la Auditoría Superior es la revisión anual de la cuenta pública que consiste en el análisis del ejercicio del presupuesto.
En ese sentido, desde de 2009 estableció que tiene la obligación de fiscalizar directamente los recursos federales que ejerza cualquier entidad, persona física o moral, pública o privada, los estados, municipios y el gobierno la Ciudad de México, incluyendo los fideicomisos, fondos, mandatos y otros contratos.
En cumplimiento de esa atribución, la ASF cada año realiza miles de revisiones a todo tipo de instituciones federales y locales. En el caso de 2022, en una primera entrega de los resultados de 84 auditorías detectó desviaciones por un poco más de 70 millones de pesos que deben ser aclarados por los responsables de su aplicación.
En caso contrario se deberán presentar las denuncias ante las autoridades judiciales para que se actúe conforme a la Ley. Es importante destacar que hasta ahora son datos parciales de la cuenta 2022, ya que deberá seguirse revisando y en unos meses se tendrá la información completa de ese año.
La tarea que realiza la Auditoría Superior de la Federación es de enorme valía y permite avanzar en una de nuestras prioridades y principal compromiso, que es el combate frontal a la corrupción.
Por ello, debemos tener confianza en el trabajo imparcial que tiene esa institución pública con la certeza de que siempre se actuará con apego estricto al derecho.