Recuerdo que cuando se especulaba que una persona era “gay”, inmediatamente venía a mí la admiración, porque era sinónimo de una persona preparada, culta, viajada, que podía hablar de cualquier tema y debatirlo. Creo que de esa generación ya hay muy pocas personas, ahora veo que lo más importante es salir en Tik Tok, ver cuántas vistas o ‘likes’ tienen sus publicaciones o si son ‘trending topic’. Como dijera la chaviza, subirse al tren del mame.
Estas nuevas generaciones creo que no están dejando huella, si apenas saben porque conmemoramos el pride. Pero ¿sabrán cómo comenzó en nuestro país?, ¿conocerán a los dramaturgos que dejaron huella en la literatura y el teatro? Y no me refiero a que con sus textos fueran activistas, sino, que hablaban de la problemática que en ese entonces envolvía al país y al mundo entero. ¿Y por qué hablo de esto?, pues en mi cabeza están dos obras que me dejaron atónito, que no me dejaron dormir ya que, no son mexicanas, son dos ejemplos de que hay más allá del arcoíris.
Todos conocemos qué significa la palabra transexual: “una persona transexual es aquella que siente que su identidad de género es diferente al sexo que le han asignado con la que nació” hemos conocido muchos casos hoy en día puesto que el tema ha sido visibilizado de una forma muy positiva, aunque, hay bastantes casos de crímenes de odio hacia las personas trans. He visto a muchas personas ser felices al asumir el género con el que se identifican. Pero ¿qué pasa cuando te das cuenta de que no eres feliz con eso que tanto deseaste y después de muchos años te arrepientes de esa decisión?. ¡Qué fuerte! Nunca imagine encontrarme con una historia así. De esto trata la puesta en escena de Los arrepentidos de Marcus Lindeen y dirigida por Sebastián Sánchez Amunátegui.
En ésta nos cuentan la historia de Mikael y Orlando, quienes a sus sesenta años se reúnen por primera vez para hablar de sus vidas. No sólo sobre la identidad de género, sino sobre la identidad humana. En dicha platica nos cuentan sus romances, la tensión por la que pasaron, pero con un singular humor. Orlando quien tuvo su primer reasignamiento sexual en 1967 para convertirse en Cristina Margarita y Mikael quien opta por ser Mikaela a sus cincuenta años. Pero en los años noventa deciden revertir esto. Es impactante como de dos casos reales podemos conocer a estos personajes como son, con la estupenda interpretación de Libertad Palomo y Terry Holliday. También alternan funciones Dana Karvelas, y Roshell Terranova. Al ver esta pues salí reflexionando cómo el ser humano puede llegar a equivocarse en sus anhelos y es capaz de hacer todo por ser feliz. Esta obra se presenta en La Teatrería todos los viernes a las 20:30 hrs durará hasta el 15 de septiembre, vale mucho la pena verla.
Otra joya que vi es La golondrina, tanto había escuchado de la obra que este fin de semana corrí a verla. Primero, tengo que decirle que es una clase magistral de Margarita Sanz, es un deleite verla sobre las tablas, una delicia para cualquier amante del teatro. Segundo, por el tema, supuestamente alude a la masacre que se suscitó en Orlando, Florida, en una discoteca gay. La historia va de que Amelia es una maestra de canto y recibe a Ramón, quien desea montar una canción para el aniversario luctuoso de su madre. Pero eso no es verdad. Ya que su intención es, sí cantar una canción, pero para su novio abatido en ese ataque sin que Amelia sepa el trasfondo de esto. No les cuento más porque develaría lo inesperado de la trama. Pero lo que si les puedo contar es que toca fibras muy profundas, el dolor de una perdida, la homofobia, el amor que hay de una madre hacia un hijo y de un hombre hacia otro hombre.
No podía creer que todo el teatro sollozara y se escuchara como nos limpiábamos el moco con el drama de estos dos personajes interpretados por la ya citada primera actriz Margarita Sanz y Alejandro Puente -quien alterna personaje con German Bracco- el texto es del español Guillem Clua y la dirección de Alonso Iñiguez.
Todos salimos con el corazón apachurrado y pensando ¿qué pasaría si viviéramos algo así? No se pueden perder esta obra que estará hasta el 30 de julio en el teatro Millán. Por cierto, lleven pañuelos desechables porque en verdad los hará llorar. Los invito a que me sugieran, comenten y también me recomienden lo que les gusta. Mis redes sociales son: Twitter @Tinajas, Instagram @tinajas75 y nos vemos la próxima semana