No cabe duda que vivimos algo inédito y quien ha cobrado factura de esa circunstancia es la materia electoral, ya que tenemos “destapes”, “pre pre campañas” y uso de recursos que, evidentemente, no formaban parte de los tiempos electorales y que, por ello, en sentido estricto rebasan por mucho los lineamientos que mandata la legislación especializada.
Por lo que el diálogo legislativo debe darse con urgencia independientemente que el Instituto Nacional Electoral y, en su momento, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, deberán resolver muchas controversias durante y posterior al proceso electoral.
El dispendio de recursos en campañas políticas es algo que molesta y lastima a la ciudadanía debido a que mucho de ese dinero que se utiliza puede formar parte del erario o, al menos, resulta inexplicable el origen de lo que se eroga vulnerando la transparencia que se debe demostrar en cualquier proceso en el que estén en juego cargos de elección popular en los que la gente quiere precisamente otro tipo de políticos.
Resulta sorprendente que a un año de la sucesión presidencial, particularmente del proceso electoral, tengamos actos de promoción ya sea por los propios actores desempeñando cargos públicos o por otros personajes que no podrían referirse a ello tal y como si no existiera regulación alguna.
Además de que quedan muchos temas por resolver en varias partes del país como para que estemos pensando ya en el cargo que sigue.
Es fundamental que en el marco de la legalidad y la constitucionalidad, entendiendo lo importante de las elecciones para 2024, haya una reunión entre todos los partidos o actores políticos, a fin de crear un clima de estabilidad, de respeto a la ley y de apego irrestricto a una reglas que ya están dadas, máxime que ha habido un cuestionamiento permanente al árbitro electoral.
Esto no se trata sólo de mantenerse en el poder o de ganar unas elecciones, se trata de una presentación al soberano, al pueblo de México, de plataformas, propuestas y soluciones en varios rubros, por lo que empezar con el pie izquierda de la vulneración a la ley y la aparición de espectaculares, bardas y demás medios de promoción sin transparentar los recursos, alejará a la ciudadanía de las urnas.