La semana pasada nos sacudió la terrible y triste noticia de la desaparición de Carlos Tomás Aranda, mexicano de 30 años originario de Oaxaca que se encontraba como trabajador agrícola temporal en Canadá.
Ante lo sucedido y en virtud de que ni las autoridades canadienses ni mucho menos el consulado mexicano han demostrado un compromiso real con la situación y la supuesta búsqueda del mexicano ha sido bastante mediocre y sin ningún resultado, familiares de Carlos en compañía de organizaciones de la sociedad civil se han dado a la tarea de buscarlo.
Es increíble que los familiares no hayan recibido todavía algún reporte oficial que demuestre las actividades de búsqueda llevadas a cabo por las autoridades canadienses y también parece mentira que las autoridades mexicanas no se hayan comportado a la altura de la situación.
Debemos exigir a la Secretaría de Relaciones Exteriores que lleve a cabo una búsqueda real de nuestro connacional y que se informe de manera clara y verás a los familiares.
Esto debe servir para poner nuevamente sobre la mesa el tema de las condiciones de esclavitud y explotación en las que se encuentran cientos de mexicanos que son trasladados como trabajadores temporales a Canadá totalmente desprotegidos y abandonados por el gobierno mexicano.
Intentar migrar a ese país puede convertirse en una verdadera pesadilla pues ante la promesa de una mejor vida, un trabajo justo y estudios, pueden terminar siendo víctimas de trata de personas, viviendo en condiciones deplorables y con un salario muy bajo.
En estos últimos años, la trata de personas en su modalidad de explotación laboral y trabajos forzosos se ha hecho evidente en dicho país pues al depender cada vez más de trabajadores inmigrantes para sus fábricas, granjas y otros centros laborales, desde hace décadas se ha convertido en un nuevo destino para miles de mexicanos, colombianos y otros latinoamericanos que al encontrarse solos sin familia ni amigos y en búsqueda de nuevas oportunidades y una vida mejor son presas fáciles del delito.
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Es urgente que México proporcione las herramientas necesarias y la protección suficiente para evitar en la medida de lo posible el enganche por parte de grupos delictivos cuya única finalidad es explotar a los mexicanos que quieren cumplir un sueño.
De igual forma, quiero hacer referencia a la desaparición en Alemania de la mexicana María Fernanda Sánchez de 24 años pues también en este caso la protección y asistencia que el Servicio Exterior Mexicano debería proporcionar a la víctima y sus familiares ha resultado insignificante y son ellos mismos quienes están llevando a cabo acciones para su localización.
El Instituto de los Mexicanos en el Exterior que debería encargarse de atender las necesidades de los mexicanos que viven y trabajan fuera de nuestro país sirve para nada pues es una auténtica farsa que no cumple con sus funciones y tiene de presupuesto anual casi 56 millones de pesos. Cada vez está más claro que este gobierno no protege a su gente. Al tiempo…
DETALLES. Una vez más el autoritarismo, la inexistencia de la libertad de expresión y la violación al derecho de acceso a la información que caracterizan al gobierno morenista se hizo evidente ya que el inquilino de Palacio impidió que el Secretario de Marina y el de la Defensa Nacional respondieran a las preguntas que sobre el caso Ayotzinapa se les formularon con motivo de lo señalado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI). Las violaciones a los derechos humanos no paran, al contrario. Así gobierna morena. Son un verdadero desastre. Ya casi se van.