Seguramente, en alguna ocasión, han visto algún cuadro en donde se aprecia una figura masculina a bordo de una balsa, remando entre cuerpos humanos que parecen gritar de dolor y suplicar una salvación, pues bien, ese barquero es Caronte.
Según la mitología griega, este sirviente de Hades (dios del Inframundo), era el encargado de guiar a las almas o sombras errantes de los difuntos, por el río Aqueronte, de un extremo a otro, con la finalidad de que su espíritu, encontrara la paz.
Para ello, solicitaba un pago: tres monedas que el fallecido debía llevar consigo a este viaje, a manera de ofrenda a los dioses; de no contar con dicho tributo, el alma estaba condenada a navegar durante cien años en la inmensidad del inframundo. Una vez pasada la purga de esta condena por la falta de pago, Caronte los guiaba a su destino final.
Aunque se dice con frecuencia que portaba las almas por el río Estigia, como sugiere Virgilio en “Eneida”, según la mayoría de las fuentes —incluyendo a Dante Alighieri, el río que en realidad transitaba Caronte era el Aqueronte.
La apariencia física de este hombre, ha variado un poco según la visión de cada artista que ha proyectado la imagen del mismo. Por ejemplo, en los primeros jarrones, parece un tosco y descuidado marinero ateniense vestido de color marrón rojizo, tomando el palo de su barca con la mano derecha y usando la izquierda para recibir al muerto. Algunas veces aparece Hermes como un psicopompo. En los jarrones más recientes, se le da una apariencia y conducta más amable y refinada.
También se le representaba como un anciano flaco y gruñón de ropajes oscuros y con antifaz (o, en ocasiones, como un demonio alado con un martillo doble) que elegía a sus pasajeros entre la muchedumbre que se apilaba en la orilla del Aqueronte, entre aquellos que merecían un entierro adecuado y podían pagar el viaje (entre uno y tres óbolos).
A la fecha, algunas personas a velar el cuerpo del difunto, siguen colocando monedas en el rostro de este, dos en los ojos y una debajo de la lengua, sobre todo en ciertas zonas rurales, o bien, los griegos que están muy arraigados a su tradición.
Sea flaco, desaliñado, con barba blanca y larga, con ojos de fuego o completamente negros como el petróleo, Caronte ha cobrado no sólo monedas, también pesadillas entre los vivos.
¿Comentarios? Escríbeme a: terealcantara08@gmail.com
Fuente de consulta: Colaboradores de los proyectos Wikimedia. (2004, 13 de marzo). Caronte (mitología) - Wikipedia, la enciclopedia libre. Wikipedia, la enciclopedia libre. https://es.wikipedia.org/wiki/Caronte_(mitología)