Amables lectores, el fútbol femenil ha dejado en claro que a nivel global es un fenómeno atractivo, incluyente, de gran exposición y en constante crecimiento.
La Copa del Mundo de Australia y Nueva Zelanda resultó ser un torneo de gran calidad, altamente competido y con éxito en taquilla y transmisión.
Panamá anotó por primera ocasión en un Mundial y Jamaica fue la grata revelación del campeonato.
Estados Unidos, Suecia, Australia, Nigeria y Japón presentaron renovadas selecciones con gran calidad en sus jugadoras.
Mientras que: Brasil, Italia, Argentina, Alemania y Canadá se fueron desde la fase de grupos.
Inglaterra y España llegaron a la gran Final en Sídney, las inglesas favoritas no pudieron descifrar el esquema hispano que con solitario gol se llevó el campeonato.
Extra cancha sucedieron dos situaciones importantes de comentar en la selección española después de obtener el título.
Trascendió al término del juego que el padre de la jugadora Olga Carmona, autora del único gol del partido, había fallecido previo al silbatazo inicial.
Los familiares de la jugadora y directivos de la selección no le comunicaron el deceso de Don Tomás, sino hasta finalizado el juego.
Acá la reflexión es en el sentido de no haberle notificado de la muerte de su padre a quien estaba por disputar una Final de Copa del Mundo.
El otro tema a comentar es el bochornoso acto del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, quien, en el acto protocolario de entrega de medallas, no dudó en abrazar y besar en la boca a Jennifer Hermoso, jugadora del Pachuca, número 10 de la selección española.
Luis Rubiales al día siguiente expresó en un comunicado: “tengo que disculparme, no me queda de otra, ¿no?”.
La opinión pública mundial se ha manifestado en contra del incidente y aunque la madre de Hermoso ha querido matizar el tema pidiendo enfocarse en el campeonato, este hecho ha empañado la gran alegría del triunfo para España. Incluso circula un video en el cual, en la misma premiación en el palco de autoridades, se observa a Rubiales celebrar de forma desmedida tocándose en algún momento los genitales a escasos lugares de donde se encontraba la reina Letizia y las autoridades de FIFA.
En pocas palabras, en todas partes hay patanes.
Enhorabuena para España, sus jugadoras y su afición en una gran Copa del Mundo a la cual México no calificó.
