Sin duda, en los últimos años, nuestro país ha experimentado cambios estructurales muy importantes. La llegada a la presidencia de la República del licenciado Andrés Manuel López Obrador marcó un punto de inflexión en la forma de gobernar y hacer política.
Se ha logrado un avance significativo para alcanzar los derechos de las mujeres y la igualdad de género. Las mujeres hemos pasado de ser observadoras a ser protagonistas y a desempeñar un papel fundamental en la toma de decisiones más importantes en México.
Hoy tenemos el mayor número de mujeres ocupando cargos públicos en los poderes Ejecutivos, Judiciales y Legislativos, como gobernadoras, diputadas, senadoras, presidentas municipales, síndicas y regidoras, juezas, magistradas y ministras.
Quiero destacar el papel que ha desempeñado el Senado de la República desde 2018 en la legislación que protege y garantiza la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, la paridad, la no violencia, la inclusión y la no discriminación.
Hemos aprobado diversas reformas constitucionales, reglamentarias y legales en diferentes ámbitos con la finalidad de que las mujeres tengamos igualdad de oportunidades.
Finalmente, un ejemplo de este avance significativo en materia de igualdad sustantiva es la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, la primera mujer elegida por la mayoría de los habitantes de la Ciudad de México.
Como su aliada, es motivo de orgullo que, en su calidad de mujer, sea una seria aspirante a ser la Presidenta de la República para el próximo sexenio, porque como he expresado en la tribuna del Senado de la República, en 2024 es el momento de las mujeres.
Así que no tengo ninguna duda de que es el momento adecuado para que los problemas de México, en algunos casos muy complejos, sean resueltos por una mujer.