En palabras del Maestro de sabiduría divina espiritual, el Dr. Joseph Michael Levry, nuestra conciencia individual está interconectada con la conciencia colectiva. Cuando esta conexión se hace consciente y nos unimos para orar o meditar en comunidad, este acto tiene el poder de impactar de forma muy significativa la psique colectiva.
Estudiosos de estos fenómenos como Gregg Braden, que ha afirmado que el cambio en el campo magnético de la Tierra puede afectar el ADN humano, así como que las emociones humanas impactan al ADN, también es vocero de que la oración colectiva puede tener efectos físicos curativos, afirmando que la raíz cuadrada del 1% de una población que alinea su conciencia en meditación hacia la paz y la armonía, impacta a la población restante.
Esto significa que, como actualmente hay alrededor de casi 8 mil millones de seres humanos en el mundo, la raíz cuadrada del 1% de la población mundial son 8.944, que es la cantidad de personas necesarias para lograr un #EfectoPositivo que beneficie al planeta entero. Y lo mismo sucede con cualquier grupo de conciencia, por ejemplo, una demarcación o un país. Al cambiar positivamente los patrones de pensamiento de la conciencia colectiva, abrimos la puerta para que se pueda transmitir la Luz.
Traducido de otra forma, cuando 100 personas cantan y oran en una combinación perfecta de palabras sagradas, al ser escuchadas por esas mismas 100 personas, el poder de la vibración se eleva al cuadrado, provocando un impacto curativo vibratorio como del campo electromagnético de 10.000 personas. Cuando se concentran las frecuencias y las intenciones elevadas de un grupo que genera armonía estas atraen vibraciones celestiales de gran poder, lo que resulta en el estímulo de las virtudes espirituales potenciales en cada ser.
Mi Maestro, el Dr. Levry, sostiene que este #EfectoPositivo especial ¡genera una energía curativa que se extiende por un radio de 40 kilómetros! Saber esto es maravilloso, puesto que nos abre a las oportunidades de dirigir nuestros pensamientos para que lo mejor para todos pueda manifestarse. Fechas como los aniversarios de un país, son excelentes apalancamientos para que estas oleadas puedan desplegarse.
¿Qué le parece si nos unimos en mente y corazón por nuestro país, por nuestra sociedad y por las personas que formamos esta conciencia colectiva llamada México? Intencionemos lo mejor desde nuestro Ser Divino, presente, consciente, y vibrante.
Desde ese espacio interior en el que no hay lucha, ni batalla, ni juicio, ni separación, el que es llamado también Espacio Sagrado del Corazón, en el que sabemos que, en alineación con el principio creador de todo lo que Es, todo es posible si así lo queremos.
México nos requiere únicos, auténticos, distinguibles y distinguidos, fuertes, creadores, creativos, mágicos, poderosos, impecables, virtuosos, provistos, generosos, y unidos desde las cualidades y no desde las carencias. Aprovechemos esta oportunidad para exclamar lo mejor. ¡Feliz México!