Esta historia comienza con una casualidad. Pero eso lo dejaré para el final.
Leonardo de Lozanne y Paco Huidobro se conocieron cuando eran muy jóvenes. Compartieron su gusto por la música y hablaron de armar una banda de rock, después de ver tocar a “Las Insólitas imágenes de Aurora” (que después se convertiría en Caifanes). Al poco tiempo sumaron a Cha! y así nació Fobia.
Fobia tuvo muy mala pata en un principio: Leonardo todavía no cumplía la mayoría de edad, así que tenían que esconderlo para poder tocar en lugares como Rockotitlán. Luego, cuando sacaron su disco debut la gente veía a Leonardo y lo tachaban de ser solo un “niño bonito”. Peor aún: su canción debut “El microbito” fue censurada en la radio por el coro que dice “haré una alberca en tu ombliguito pa’ meterme a nadar, y si me voy más abajito, nadie me sacará”. Mal y de malas.
Aún así, con puro trabajo, Leonardo de Lozanne se consolidó como uno de los mejores frontman del rock. Demostró que su talento para cantar y conectar con la gente es único. Después de un tiempo Fobia se separó (y después regresó) . En esa pausa Leonardo lanzó un proyecto como solista e incursionó en otros medios:
“Fue difícil, porque vienes acostumbrado a una banda en el que cada uno se super clava en sus instrumentos. Y cuando eres solista tú traes todas tus ideas y todos esperan la instrucción de ‘lo que usted diga, jefe’ ¡ja ja ja! Entonces comencé a jalar músicos de otras bandas, cosa que tiene sus cosas buenas y cosas malas porque hay algunos que tienen un ego muy subido”, me dijo entre risas.
“Me encanta ese upgrade que le diste a tu carrera de salirte del rock para hacer otras cosas”, le dije. “Siempre hay puristas del rock que dicen ‘no no, tú solo debes cantar’, pero aprendí que hay diferentes públicos y diferentes rubros, y te re-enamoras de tu carrera cuando haces diferentes cosas. Y luego de ahí hice televisión, luego teatro, series, películas. Todo te suma, todo te entrena, todo te motiva, salirte de la zona de confort te ayuda mucho. Es bonito porque te empuja y luego eso lo llevas también al escenario y a la música. Aunque sé que hay gente que no estará de acuerdo conmigo”.
El 21 de septiembre Leonardo se presentará en el Lunario del Auditorio Nacional, lugar del que ya les platiqué la semana pasada. “El Lunario me tiene muy emocionado. Es muy importante ese foro porque es un escalón más, puedes estar en El Tejedor o en BajoCircuito, pero luego subes al Lunario. Es muy cómodo, suena muy bien, la gente lo puede apreciar bien ¡Además es la primera vez que me presento como solista ahí!”.
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“¿Y qué sorpresas tendrás?”, le dije. “Es la primera vez que presento este show completo. Es un poco como el teatro, a prueba y error. Voy a tener de invitados a Denise Gutierrez y a Aleks Sintek. Viene Christian Jean y bueno, muchas sorpresas más”.
Le deseo la mejor de las suertes. Y la casualidad de la que les hablé en un principio es esta: cuenta la leyenda que aquella noche en la que tocaron “Las Insólitas imágenes de Aurora” Leonardo de Lozanne llevaba su auto, pero rompió la llave. Al no poder irse, le pidió un aventón a Paco Huidobro y ahí comenzaron a hablar de música. ¿Casualidad? ¿Destino? Sin duda, una noche para la historia.