El agua es un recurso prioritario y esencial para la supervivencia, salud y calidad de vida de los seres humanos y su desarrollo. Sin agua sería imposible también la práctica de la agricultura y la ganadería, el funcionamiento de las industrias, la generación de energía eléctrica, el mantenimiento de las grandes ciudades, la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad.
Y por todo ello, este recurso natural requiere de una muy considerable inversión económica permanente en el presupuesto público que garantice a largo plazo tanto el mantenimiento, como la reposición de infraestructura básica para el suministro y distribución del agua para los mexicanos.
En este sentido, amables lectores, es buena noticia que en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2024, el poder Ejecutivo plantea otorgar 35 mil 343 millones de pesos para proyectos de inversión relacionados con la disponibilidad y distribución de agua en el país.
Aunque cabe observar que esta asignación representa un recorte de 31.7 por ciento real, respecto del presupuesto aprobado para este 2023, no deja de ser gratificante saber que este rubro se coloca como el segundo prioritario en importancia para el Gobierno Federal.
Según los Criterios Generales de Política Económica para el próximo año, entregados por la Secretaría de Hacienda a la Cámara de Diputados en la primera semana del mes de septiembre, los proyectos para construir y conservar las obras hidráulicas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) están entre las prioridades del gobierno de México.
Cabe señalar, amables lectores, que según especialistas en esta materia, las obras más importantes a nivel nacional de infraestructura hídrica se llevaron a cabo hasta principios de los años ochenta, entonces es una realidad que en cualquier momento estas entrarán en grave deterioro por su uso intenso y falta de mantenimiento, situación que arrastraría también a la calidad y cobertura de los servicios para los usuarios.
En este aspecto en particular, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), más de 21 millones de mexicanos se encuentra sin servicio regular de agua potable.
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Es por estas circunstancias que se debe reconocer el esfuerzo de la Administración Federal por colocar en el segundo lugar de importancia en su propuesta de presupuesto al sector del agua, con proyectos tan importantes como la rehabilitación y modernización de presas, la infraestructura para la Protección de Centros de Población y Áreas Productivas, que incluye el Proyecto Ecológico Lago de Texcoco y el Programa de Mantenimiento de la Infraestructura Hidráulica Federal, que conforma el Sistema Hidrológico de la Cuenca del Valle de México 2024-2027.
Sin embargo amables lectores, no sólo la cuestión presupuestaria es importante para la concreción de metas en materia de infraestructura hídrica y el abasto y distribución del agua. Es fundamental la sagacidad, experiencia, conocimiento, rectitud, honestidad y compromiso social de las personas al frente de los proyectos en materia de agua.
En el caso específico del Estado de México, con nuevas autoridades al frente de la toma de decisiones, el agua es un reto que la actual gobernadora Delfina Gómez asumió durante su campaña proselitista y para lograr el éxito deseado por todos, debe rodearse de especialistas en esta materia que sean expertos reconocidos y no sólo expertos en discursos mediáticos. La inversión federal ahí está, acortada, pero suficiente. Ahora falta la eficiencia de los funcionarios para aplicarla de manera óptima.
Hasta la próxima.