Opinión

Luz de la oscuridad

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Foto: (Especial)

Las noticias estos días pueden llegar a ser desoladoras, incluso provocándonos estados de angustia y ansiedad generalizados. Pero es justo en momentos como los que estamos atravesado que tenemos que afianzar nuestras convicciones sobre lo que elegimos vivir.

Los tiempos de crisis y eventos trágicos nos permiten tener un contraste que nos lleve a la conciencia de cómo queremos que sea el futuro. Con el símbolo del ying yang es muy didáctico poder comprender cómo de cada experiencia positiva podemos tener un aprendizaje de oscuridad, así como lo contrario: de todo lo oscuro que pueda crear y experimentar el ser humano, siempre es posible obtener algo positivo.

En ese movimiento, tenemos que reaprender y recordar cómo ser capaces de oscilar simbólicamente con el poder de la conciencia en un vaivén de sucesos complicados y sucesos luminosos, balanceando ambas polaridades. Lo fundamental de todo es aprender a crecer con #EfectoPositivo, puesto que estos eventos no emergen de la nada.

Actualmente estamos, por decirlo de alguna manera, en una estación cósmica terminal por un período de 25.000 años. Durante este difícil momento de transición, se producirán cambios grandes y duraderos en el panorama mundial. Los pensamientos sublimes enfocados en el amor y en todo lo bello de lo que es capaz el humano, el poder de la oración devota, y el estado de neutralidad en el corazón, serán nuestras potentes herramientas para enfrentar estos desafíos con gracia.

Aunque usted no lo crea, cada uno de nosotros cuenta de manera fundamental para la creación, así que no es tiempo para abatirse ni para dejarse caer, tampoco para bajar el ánimo y mucho menos para perder la fe, ¡por el contrario! justamente como experiencia de contraste, es un tiempo para contrarrestar estados de dolor con pequeñas grandes dichas, los de confusión con la claridad de lo que sí tenemos por agradecer, los de malestar con estados de búsqueda y procuración de la salud mental, emocional y física, haciendo ejercicio, bailando, disfrutando una caminata, descansando suficiente, alimentándose moderada y sanamente, escuchando música, pintando, cultivándonos, socializando saludablemente, riendo con nuestros seres queridos, y realizando todo lo que abone a nuestro estar bien.

Baje un poco la aceleración arrítmica que marca la tecnología y acceda más a la sintonía del ritmo de su corazón para que deje entrar la presencia del principio creador y de la Madre Divina y que todo aquello que piense, sienta, hable y accione sea para unificar, para bendecir, para prosperar, para pacificar, para sanar, para aplacar la negatividad, para agradecer y para curar, a sí mismo, a su familia y amigos, a sus enemigos, a su entorno inmediato y lejano, a lo conocido y a lo desconocido, hasta abrazar y alcanzar al mundo entero.

Está comprobado que el poder de la meditación y oración grupales, así como la frecuencia del sonido que emiten nuestras palabras, tienen un efecto directo sobre la creación de la realidad material. Abracemos a la hermandad humana en su totalidad, porque hoy como nunca en unión y armonía nos necesitamos unos a otros.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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