En un país donde sólo el 0.1% del 23% de personas trabajadoras informales e independientes cuenta con seguridad social, viene a bien la minuta recién aprobada en ambas Cámaras del Congreso de la Unión, ya que establece las bases para que ellas tengan la opción de incorporarse de manera voluntaria al aseguramiento integral por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto Nacional del Fondo de Vivienda para los Trabajadores (Infonavit). También comprende la inclusión de nuestros connacionales residentes en el extranjero como sujetos de aseguramiento. Es un paso firme… pero creo queda mucho por hacer.
Comencemos por la iniciativa. Esta llevaba meses trabajándose por legisladoras y legisladores de diversos partidos políticos, quienes lograron un gran consenso en favor de casi una cuarta parte de la población en México y de un equivalente al 9% (12 millones) de la población total que reside en el extranjero. Ahora quienes realicen una actividad económica independiente pueden inscribirse a este nuevo régimen de aseguramiento a través de una página de internet del IMSS. Esto constituye también un gran paso hacia un retiro digno para las y los nuevos asegurados.
Es positivo que, ante el clima de polarización en la agenda pública, en ambas Cámaras se haya logrado un acuerdo pacífico en pro de México. Por ejemplo, la senadora Patricia Mercado, de Movimiento Ciudadano, ha abanderado esta iniciativa y resaltado el hecho de que la seguridad social es mucho más que un simple beneficio: se trata de un derecho humano consagrado no sólo por nuestra Constitución, sino por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Además, esto ayudará a la sociedad mexicana en general, ya que los recursos que envían nuestros connacionales del extranjero constituyen una de los principales ingresos por remesas. Según datos del mismo Gobierno Federal, durante el 2022 estas “cerraron en un máximo histórico: 58,510 millones de dólares, representando un crecimiento del 13.4% en relación con 2021.
¿Qué cubrirá? El Régimen Obligatorio del aseguramiento continuará integrándose por los cinco tipos de seguros: Riesgos de Trabajo (SRT), Enfermedades y Maternidad (SEM), Invalidez y Vida (SIV), Retiro, Censantía en Edad Avanzada y Vejez (SRCV), Guarderías y Prestaciones Sociales (SGPS). El aseguramiento cubrirá también a sus beneficiarios y podrá hacerse por medio del tipo de cotizaciones a su elección (mensuales, semestrales, etc.).
Pero si comparamos el avance de esta iniciativa con la actual crisis nos percatamos de que aún hay un largo camino por andar y no podemos cantar victoria… México no deja de estar en crisis, ya que, con la eliminación del Seguro Popular, se dejó en la indefensión a 50 millones de mexicanos que ya estaban afiliados y 15 millones de derechohabientes dejaron de tener acceso a la salud. Recordemos también que según datos del mismo Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval) en el 2018 había 16.2 millones de mexicanos sin servicios de salud, pero para el 2020 la cifra había aumentado a 28.2 millones… Más de 40 millones de consultas externas se dejaron de realizar y en un año, el número de mujeres atendidas por cáncer de mama fue en el Seguro Popular de 7,406, mientras que en el extinto Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) fue de 4,600.
Se pronostican también buenos resultados por el hecho de que previo a esta iniciativa, en 2021, se inició la prueba piloto que superó en más de 230% el nivel máximo alcanzado anteriormente con 76,078, sin embargo, esto es muy corto si seguimos comparando con la cantidad de personas que siguen desprotegidas por falta de seguridad social actualmente. Rescato también las palabras del Senador Damián Zepeda respecto a quien paga en el esquema propuesto: “Si la cuota es tripartita, una la paga el patrón, una la paga el trabajador, y la otra la paga el gobierno, ¿quién va a pagar la parte del patrón? Si no tiene patrón el trabajador independiente, pues respuesta en este esquema de este dictamen: el trabajador”, ¿Realmente le convendrá a los trabajadores afiliarse pagando el doble? Permítanme dudarlo.
En fin… es de reconocerse el esfuerzo y el gran paso que se ha dado, pero no olvidemos que queda mucho trabajo por hacer, sobre todo para atender a las víctimas que se quedaron sin la protección del Seguro Popular, así como los daños ocasionados por las omisiones del Insabi… como los 3,000 niñas y niños murieron por no tener medicamentos ni poder recibir quimioterapias contra el cáncer.
El saldo de personas que se quedó sin servicios de salud en esta administración es criminal y esta iniciativa no subsanará por muchos años los errores políticos que le costaron incluso la vida a miles de mexicanos.