En junio de 2024 tendrán lugar las elecciones simultáneas más grandes de la historia de México. Simultáneamente las y los mexicanos elegiremos a quien ocupará la presidencia de la República, 9 titulares de los ejecutivos de diversas entidades federativas, se renovará la Cámara de Diputados y el Senado, así como habrá comicios para ayuntamientos y congresos locales. En ese sentido, miles de personas realizarán campañas en todo el territorio nacional. Ello representará un enorme esfuerzo de organización por parte de candidatas y candidatos, de autoridades electorales y, por supuesto, de los partidos políticos.
Por esa razón, será indispensable que durante todo el proceso todas las personas que participen se apeguen a la Ley y respeten las normas y las decisiones que tome la autoridad. En una democracia como la que estamos construyendo, se requiere un auténtico compromiso de la sociedad, de los gobiernos y de las organizaciones políticas para que los comicios se realicen en paz y con el único objetivo de consolidar lo que hemos hecho con tanto trabajo y durante un largo periodo, como es el respeto a la voluntad popular.
En México contamos con instituciones que deben garantizar que las normas legales se apliquen de manera justa y equitativa. Sin embargo, también es indispensable que la ciudadanía y todas las personas que participen lo hagan apegadas al marco jurídico. Se trata de un ejercicio cívico de uno de los derechos fundamentales como es el de elegir a los gobernantes. En ese sentido, la responsabilidad de que no haya violaciones a la ley corresponde a todos.
Por eso, la ciudadanía en su conjunto y de manera particular quienes tienen una responsabilidad pública se comporten a la altura de las circunstancias y al anhelo social de fortalecer nuestra democracia. En la medida en que la sociedad y los gobernantes sean sensibles a esta demanda y actúen conforme a los límites y dentro de lo que permite la ley, se evitarán confrontaciones innecesarias y, sobre todo, desviaciones que afecten a la vida democrática a la que todos aspiramos.