La respuesta de una persona frente a la tragedia es impredecible. Mientras unas sufren por la pérdida de un bien inmueble, otras también lo hacen por la muerte de alguien cercano.
El huracán Otis, que dejó cerca de 980 mil personas afectadas en Guerrero, obliga a ser sensibles a las reacciones y proporcionar el apoyo necesario para la sanación.
Cuando una pérdida ocurre debido a una catástrofe natural, el dolor y la conmoción en una persona pueden ser aún más abrumadores en el duelo. Aunque el apoyo psicológico será necesario después de resguardar a las víctimas, la población necesita ver la ayuda comunitaria para fortalecer la resiliencia.
Datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México reflejan que, ante catástrofes naturales, los apoyos psicológicos se triplican, principalmente por emociones como ansiedad, miedo y angustia.
Formar redes de apoyo fortalece la unión de una población afectada. Cuando una comunidad se junta para ayudar a las víctimas, el proceso de sanación se fortalece, gracias a la empatía y solidaridad.
Guerrero necesita a la ciudadanía y apoyarles es primordial. En la Ciudad de México están instalados centros de acopio en la Cruz Roja Mexicana de Polanco o en el Estacionamiento 8 del Estadio Olímpico Universitario.
Se necesitan alimentos no perecederos en lata o sobre, comida para animales de compañía, productos de higiene personal y mantas o cobijas.
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Desde el Consejo Ciudadano nos solidarizamos con Guerrero y sus habitantes, y ponemos a disposición la Línea de Seguridad y Chat de Confianza, 55 5533 5533, para brindar contención emocional ante las afectaciones por las pérdidas. Es gratuita, confidencial, 24/7 y para todo el país.
Ser un apoyo constante y compasivo a lo largo del tiempo es esencial para ayudar a procesar el duelo y comenzar la recuperación.