Es extraordinario que aunque muchos insistan en dividirnos, en politizar la causa social, en usar las castrastofes para deslegitimar o descalificar al que piensa diferente, México siempre es solidario pese a todos y todo.
Es tiempo de unidad, de sumar esfuerzos, de mirarnos sin etiquetas, ni colores partidistas o ideologías, porque Acapulco y los municipios colindantes no solo necesitan de la ayuda de todas y todas, sino de que seamos un solo país.
Ya de por sí es triste y lamentable leer las historias de los habitantes tanto de Acapulco como de Ajuchitlán del Progreso, Coyuca de Benítez, Atoyac de Álvarez, como para que además nos ataquemos unos a otros o, le hagamos segunda a quien no se cansa de expandir odio desde el púlpito mañanero.
Sumamos más a la causa ciudadana y a la paz social, cuando nos miramos sin sobrenombres, etiquetas, colores, clases sociales e ideologías.
Es verdad que tampoco podemos dejar de señalar la lentitud y la indolencia que hay por parte de los tres órdenes de gobierno en Guerrero, y no lo decimos solo porque seamos opositores, sino porque los mismos guerrerenses lo han externado.
Decir que la oposición está pagando a la ciudadanía de Acapulco o de otro municipio para señalar al gobierno, es tan absurdo como decir que desde el gobierno se dió la orden de impedir el tránsito así las zonas de desastre.
Porque no mejor nos concentramos en seguir organizándonos para continuar con el envío de víveres e insumos, en lugar de pelearnos los unos con los otros, porque en estos momentos los únicos y las verdaderos víctimas son los habitantes de Acapulco y de los municipios aledaños.
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Por eso me congratula que la ayuda no pare, que la Cruz Roja siga sumando voluntarios y que las organizaciones civiles hayan hecho caso omiso al anuncio de que solo las Fuerzas Armadas iban a distrubuir los bienes, y por su cuenta continúen repartiendo en propia mano el apoyo a los damnificados.
Hoy por hoy la gente del puerto o de otro municipio, está recibiendo la ayuda sin importarle de que lado llegue; ellos lo que necesitan son alimentos, productos de limpieza, ropa, medicinas y agua.
No nos olvidemos de las niñas, niños y adolescentes, de las personas de la tercera edad, de quienes tienen alguna discapacidad, y de los animales.
México es solidario hoy y siempre, y eso nadie no lo puede quitar, y mucho menos apropiar. Así que a seguir ayudando, que Guerrero somos todas y todos.