Por Edna Bujanos Wolf
El miedo a la muerte es una de las preocupaciones más arraigadas en la sociedad actual. En la cultura mexicana, tan rica en tradiciones y creencias en torno a la muerte, esta inquietud se entrelaza con la vida diaria de sus habitantes. Como tanatóloga, me sumerjo en el estudio y acompañamiento de quienes enfrentan la angustia de la finitud, explorando las complejidades emocionales que rodean este tema.
La muerte, inevitable y desconocida, despierta una gama de emociones en las personas. Para algunos, el miedo a morir se relaciona con lo incierto, lo que sucederá después o el temor a lo desconocido. En mi experiencia, abordar este miedo implica comprenderlo en un contexto más amplio. La tanatología no se limita a los momentos cercanos al fallecimiento, sino que también se enfoca en la calidad de vida y la aceptación de la mortalidad como parte integral de nuestra existencia.
En México, la muerte se celebra en festividades como el Día de Muertos, que refleja una cosmovisión particular sobre el tránsito entre la vida y la muerte. Sin embargo, el miedo persiste en muchas personas, enraizado en aspectos culturales, religiosos y experiencias personales. A menudo, el miedo a morir está vinculado a dejar asuntos pendientes, a la pérdida de seres queridos o al sufrimiento asociado con la transición final.
El abordaje del miedo a la muerte desde la tanatología busca acompañar a las personas en la reflexión y aceptación de su finitud. A través del diálogo, se invita a explorar los significados personales de la vida y la muerte, permitiendo la expresión de emociones y la búsqueda de sentido en el proceso de la partida.
La tanatología promueve la preparación para la muerte, no sólo en un sentido legal o material, sino también en el ámbito emocional y espiritual. Ayuda a comprender que la muerte es parte natural del ciclo vital, fomentando una visión más serena y en paz con esta realidad inevitable.
El acompañamiento tanatológico brinda consuelo a aquellos que enfrentan el miedo a morir. Al explorar sus preocupaciones, se les invita a reconciliarse con su mortalidad, a encontrar significado y propósito en sus vidas y a identificar lo que realmente valoran.
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En resumen y con lo que me gustaría que te quedaras, es que el miedo a morir es una preocupación universal que puede abordarse desde una perspectiva tanatológica. Es crucial dialogar, comprender y acompañar a las personas en su relación con la finitud. La muerte, en lugar de ser un motivo de miedo, puede convertirse en un catalizador para vivir de manera más plena y consciente, nutriendo el valor de cada instante que nos regala la vida.
En nuestro consultorio, C7 Salud Mental, damos apoyo brindando herramientas para enfrentar este miedo, propiciando una comprensión más profunda de la vida y la muerte, y promoviendo una aceptación más plena de nuestra existencia finita.
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