Amables lectores, el aficionado es una de las aristas importantes de cualquier espectáculo artístico o deportivo; su sola presencia en un evento o partido genera compromisos múltiples en lo comercial, en materia de protección civil, responsabilidad social, accesibilidad, movilidad, seguridad y comunicación, entre otros rubros.
El aficionado que compra un boleto adquiere derechos y también obligaciones, el costo del mismo es su pase para ingresar al recinto o estadio, a disponer de un lugar numerado o general según sea el caso, le da derecho a alguna promoción si existe y por supuesto a lo más importante: a disfrutar de su concierto, obra, película o deporte favorito, observando siempre las medidas y condiciones que por lo regular vienen impresas en el reverso del boleto.
En el caso del fútbol, el aficionado es fiel expresión del amor, del cariño y la lealtad hacia unos colores, equipo, jugador o institución.
El aficionado que asiste al estadio, compra el bono o el boleto, adquiere la camiseta oficial de local y visitante, los productos de los patrocinadores, paga la señal de televisión en aplicación, antena o cable y se convierte en asiduo consumidor de fútbol, siendo sin duda un elemento fundamental para las finanzas de cualquier equipo en el mundo.
La reciprocidad en función de lo que cuesta un boleto es directamente proporcional a la intención de la directiva de retribuirle por su lealtad a la afición local e incluso la visitante; esto podemos verlo y medirlo en las comodidades que se ofrecen: la amplitud del estacionamiento, la limpieza en los baños, la accesibilidad para personas con alguna discapacidad, la oferta de servicios, la seguridad al exterior o interior, las activaciones de los patrocinadores, un adecuado sonido local, una pantalla gigante, e incluso algunos espacios para preparar comida siempre serán apreciados y valorados por el aficionado.
En nuestro fútbol, es común, aunque no práctica general, que en un partido se ofrezcan promociones en el costo de boletos con descuentos o entradas 2x1, o cortesías en función de alguna promoción, en el llamado “Día del Aficionado”.
Usted amable aficionado, es el motor de la industria del fútbol, de su generación de ingresos que le permiten a los equipos comprar jugadores, pagar sueldos, construir instalaciones, invertir en Fuerzas Básicas, solventar sus gastos de operación y todo lo que se necesita para buscar un campeonato en la cancha.
Yo le pregunto: ¿Cuál es su nivel de satisfacción como aficionado de su equipo? ¿Se siente tomado en cuenta? ¿Apreciado? ¿Retribuido por lo que paga?
Tómese un momento para la reflexión personal, valore el peso de su incondicional apoyo en función de lo deportivo, pero también en lo que invierte en tiempo y dinero.
Me cuenta como le fue.
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