Para iniciar este espacio, es necesario recordar que la consultora Etellekt, durante el proceso electoral de 2021, contabilizó 1,066 agresiones y 102 políticos fueron asesinados; 32 de ellos eran aspirantes a algún cargo de elección popular. Además, el 35% de los ataques fueron perpetrados en contra de las mujeres. Esa elección fue la más violenta en la historia de nuestro país.
Hoy, estamos ante el proceso electoral más grande. Se elegirá la Presidencia de la República; 128 senadurías; 500 diputaciones federales; 9 gubernaturas; 1,098 diputaciones locales; 1,803 presidencias municipales; 1,976 sindicaturas; 14,212 regidurías; y 204 concejalías, es decir, se renovarán 19,931 cargos de elección popular.
Por ello, lo que debe garantizarse es la libertad de expresión, la seguridad y que sea una elección democrática, donde el gobierno federal no haga una elección de Estado que amedrente a los opositores.
Los ataques, las mentiras, la información falsa, la renuencia a cumplir con mandatos judiciales e incluso los insultos son parte de la persecución política que ha iniciado el gobierno federal para menoscabar los derechos de quienes le han hecho frente a ese gobierno falto de resultados.
La intención del titular del Ejecutivo federal, desde el primer día de su gobierno, fue usar su “mañanera” como una plataforma para que de manera reiterada y sistemática se ataque a quienes piensan distinto a él.
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Aprovechándose de su postura como primer mandatario, López Obrador intentó cambiar las reglas del proceso electoral para adueñarse de las elecciones. Como no le funcionó, entonces ha llamado a votar a favor de su fichita, ha emitido comentarios contra la oposición e incluso ha cometido violencia política en razón de género.
Si bien la inteligencia artificial puede generar confusión, lo que es bien sabido es que las mentiras que se producen desde Palacio Nacional son las que desinforman a la población. Que se digan más de 90 afirmaciones no verdaderas desde el micrófono presidencial es altamente preocupante, y eso es lo que debe combatirse.