La semana pasada, se difundió en redes sociales un audio donde presuntamente se escucha al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, dar la indicación de favorecer la campaña de Clara Brugada para que suba en encuestas y dejar de apoyar a Omar García Harfuch, ambos aspirantes a la candidatura de esta Ciudad por Morena. Ante esta circunstancia, dicho funcionario señaló que se trataba de un audio ilegítimo y fabricado con inteligencia artificial.
A partir de esta noticia, el tema de la inteligencia artificial en el ámbito electoral comenzó a dar mucho de qué hablar en la opinión pública. Es importante precisar que la inteligencia artificial es una rama de la informática que se centra en desarrollar máquinas capaces de simular la inteligencia humana (aprender, razonar, planificar y resolver), que está cambiando la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos con los demás. Debemos entenderla como una tecnología capaz de resolver múltiples problemas de la sociedad.
Sin duda, en nuestro país, es una herramienta que se puede utilizar y aprovechar en muchos ámbitos en el proceso electoral de 2024. Por ejemplo, nuevas formas de hacer pre y campañas electorales, el uso de redes sociales y de influencers para promocionar la imagen de las y los candidatos, para desarrollar discursos, videos y estrategias electorales para la búsqueda de más votos.
Las autoridades electorales (Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación) deben estar preparadas para la fiscalización de los recursos utilizados en el proceso electoral de 2024, así como para que, en caso de que la inteligencia artificial se utilice para fines distintos, como llevar a cabo hechos ilícitos y actos ilegales, se sancione a los responsables, pues los principios de igualdad en la contienda deben ser respetados.