Salvemos a nuestra niñez en Guerrero

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El otro Acapulco. Unos hermanos recolectan agua de un pozo público el viernes 27 de octubre de 2023 tras el paso del huracán Otis en Acapulco, México. (Felix Marquez/AP)

Se estima que más de 296 mil niñas, niños y adolescentes podrían estar seriamente afectados en tan solo cinco de los municipios más dañados por el huracán Otis en Guerrero.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), sostiene que nuestra niñez y adolescencia en Guerrero, presenta carencias de alimentación, agua potable, atención médica, y abusos a su integridad física y emocional debido al posible aumento de la violencia intrafamiliar y por parte del crimen organizado.

Si a lo anterior le sumamos que el Coneval señala que Guerrero ocupa el segundo lugar en pobreza en la primera infancia, es decir, más del 70% de las niñas y los niños viven en un hogar con un ingreso por debajo de la línea de pobreza, estamos hablando de que nuestras niñas, niños y adolescentes en ese estado se encuentran en grave riesgo.

De ahí que urge que se tomen decisiones y medidas enfocadas en este sector de la población, a fin de que no se vean más afectados de lo que ya están. Es indispensable voltear a verlos y enfocar en ellas y ellos esfuerzos que les permita vivir con dignidad y que les garantice sus derechos y su interés superior.

Los daños a sus hogares, a sus escuelas y hospitales, representa un riesgo especial para la población infantil y adolescente. Toda vez que al no contar con ello, se incrementa el rezago educativo, el trabajo infantil y la pobreza alimentaria.

El tiempo y la oportunidad con la que se llega a los municipios afectados hacen la diferencia en la vida de las personas. Y hoy, casi 300 mil de ellos en Guerrero viven en la supervivencia y nos están pidiendo agua, alimentos y medicinas básicas.

Por ello convoco a todas y todos a voltear a verlos, porque las niñas, niños y adolescentes, no tienen partido ni ideologías, tienen derechos y es prioritario hacerlos valer.

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Quedarnos callados y no señalar los riesgos a los que se enfrenta la niñez y la adolescencia en Guerrero, es criminal, por eso no podemos guardar silencio, por el contrario, tenemos que hacerlo notar.

Hoy el crimen organizado los acecha, y es por todos sabidos que en Guerrero, en Acapulco, los delincuentes están presentes desde hace décadas. Reclutan a las niñas, niños y adolescentes más vulnerables, y en estos momentos, nuestra niñez y adolescencia en los municipios afectados por el huracán Otis, se encuentran en esta condición.

Redim ha documentado que el crimen organizado recluta a nuestra niñez y adolescencia para ser sicarios y halcones, esto debido a que los delincuentes ocupan los vacíos que deja la autoridad.

Habrá que preguntarnos: ¿Qué les espera a las niñas, niños y adolescentes de Guerrero con este huracán, que no solamente les arrancó su casa y escuela, sino también su presente y puede que su futuro?

Por eso hoy los silencios y el desdén no es permitido en Guerrero cuando de niñas, niños y adolescentes se habla. Salvemos a nuestras niñas, niños y adolescentes.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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