En todo el planeta nos estamos enfrentando a eventos sumamente complicados. De alguna forma, es como si todo estuviera en un escenario de reconfiguración previo a un cambio mayor.
¿Qué será? No lo sabemos, pero sí podemos ser actores de lo que somos capaces de aportar como entidades energéticas. Podemos afectar el resultado de lo que generemos a nivel personal y en suma al colectivo. Somos poderosos creativos y creadores por medio de lo que elegimos pensar, creer, decir y actuar.
Obsérvelo de forma práctica con una idea de su día: si tiene un pensamiento deprimente o pesimista y le pone atención, le da su energía y lo hace crecer, sin darse cuenta estará usted inmerso en un nubarrón de todas las emociones que este pensamiento o idea le generó. A estas emociones le seguirán acciones y también decisiones que estará tomando a lo largo del día. A veces una misma idea puede convertirse en una creencia si es que -a decir de expertos- pasan más de 21 días haciéndola un hábito mental.
Las creencias una tras otra, enraizadas a través del tiempo, forman sistemas de creencias, que terminan por moldear nuestro destino como profecías autocumplidas. Por esto es que tenemos que estar sumamente atentos a lo que vamos a elegir pensar, y de dónde tomaremos esos pensamientos, ya sea de lo que alguien nos dice, de lo que escuchamos con frecuencia, o sencillamente de las nubes de nuestra propia cabeza.
¡Es en el momento presente que podemos elegir con más consciencia a qué ideas les damos espacio en el albergue de nuestra mente! Ya sea que creamos en que somos escritores de nuestra vida en co-creación o no, ¿qué le hace sentir mejor: un pensamiento de que el poder está en usted, y que no hay intento pequeño, que un paso a la vez se es capaz de llegar lejos, que hay millones de historias de inspiración que nos demuestran que querer es poder, y que ser, hacer y tener es posible en equilibrio y crecimiento para usted, en un movimiento expansivo como el Universo? O, por el contrario, una idea que le haga sentir impotente, incapaz, pequeño, que fomente y justifique su victimismo, que lo polarice, que le ofrezca conjeturas en lugar de posibilidades, y que al final, le deje en el mismo lugar.
La elección, como ser expandido, siempre será de usted, y esa, nadie, absolutamente nadie, se la puede quitar. ¿Cómo podemos abonar más al mundo, sintiéndonos miserables, o sintiéndonos abundantes y potentes? La incorporación en nuestro día a día de frases positivas, de información que nos empodera, de ideas que nos suban un escalón, que nos ofrezcan otros horizontes, incluso, escuchar música que nos expanda positivamente, son instrumentos para sobreescribir en nuestras mentes subconsciente, inconsciente y consciente, un nuevo sistema de creencias que nos permita ir generando a nuestro ritmo aquello que cree un mundo mejor para todos, comenzando por la creación de nuestra propia realidad.
Ahora es el momento de expandir nuestra maestría y generar manifestaciones más allá de medidas conocidas, reconociendo nuestra naturaleza espiritual y energética y recordando que la materia está hecha de diminutas partículas (protones, neutrones y electrones) dentro de un átomo en el cual más del 99 por ciento es “espacio vacío”.