Opinión

Zaldívar: la corcholata estrella

Arturo Zaldívar
Arturo Zaldívar, presenta su renuncia. Foto: (Cortesía)

Sé que la renuncia del Ministro Arturo Zaldivar es lamentable y vergonzosa. Comparto también la opinión de que ha salido a relucir su profundo amor y simpatía por el Presidente y la cuarta transformación, pero… ¡Ya todos lo sabíamos! Era un secreto a voces, o más bien una verdad que ya circulaba en muchas voces.

¿Es entonces tan malo que el Ministro este despreciando al máximo cargo al que puede aspirar un jurisconsulto? No lo creo así, más bien creo que tenemos que agradecerle a Zaldivar, a quien de ahora en adelante llamaré la corcholata estrella, que haya sido sincero con sus verdaderas aspiraciones de apoyar a la ungida y que se haya hecho a un lado.

Un perfil ideologizado y fanatizado con una postura política no es lo que necesita la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) como defensora del Estado de Derecho y garante de la constitucionalidad en México. Y es que los cargos para Ministras y Ministros son altamente respetados y reconocidos en el campo del Derecho no nada más porque sí: se necesita una gran capacidad y profesionalismo para resolver los problemas más profundos de la sociedad mexicana.

La misma Carta Magna señala como requisito el hecho de que se hayan distinguido por su honorabilidad y competencia en el ejercicio de la actividad jurídica. Es una tarea ardua y difícil, más cuando se tiene que resistir como fuerte contrapeso ante los embates del poder autocrático.

Por su misma naturaleza, los cargos de Ministro no pueden ser populares o afines a las personas inclinadas a un proyecto político, ya que pierden su independencia e imparcialidad. Las posturas políticas deben dejarse precisamente a los políticos, quienes son los que debatirán respecto a las medidas que han de incidir en la vida pública y que, con base a su experiencia, propuestas y otros factores son elegidos por el mismo pueblo.

¿Se imaginan a un Ministro o Ministra que en vez de realizar una interpretación legal adecuada la haga con base a los intereses del mismo grupo político que lo impulsa? ¿O de este régimen que ahora presume ser el “gobierno bueno”?

Y sobre esto pareciera que toda la maquinaria cuatroteísta ya le tiene preparado a Zaldívar tareas específicas… en la que precisamente se incluya la atrocidad de que diseñe la reforma constitucional para que las y los ministros de la SCJN sean elector por voto popular.

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Como breve recuento, el susodicho ha votado a favor de varias de los decretazos inconstitucionales emitidos por el Presidente e iniciativas impulsadas por el oficialismo, tales como la solicitud de consulta para determinar si se enjuicia a expresidentes es constitucional (siendo que a la fecha no ha comenzado ningún proceso judicial...); la incorporación de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y el decreto que declaraba las obras de la 4T como asuntos de Seguridad Nacional.

Pero tampoco debemos irnos con la corriente, ya que nada en política es casualidad: con la renuncia anticipada el Presidente tiene facultad para hacer una propuesta por 15 años. Esto no sería así si la corcholata estrella sí hubiera terminado su encargo. Creo que es momento de que la oposición nombre a una persona a la altura de la situación que está atravesando México. A un verdadero perfil imparcial y profesional, para lo cual se necesitan las dos terceras partes del Senado.

Por lo pronto creo que debemos concentrarnos en los temas más importantes del país, como la crisis humanitaria que se vive en Guerrero y la terrible inseguridad. A la corcholata estrella démosle las gracias por ser un ejemplo de compromiso y pasión por sus verdaderas aspiraciones políticas. Espero que después de dos años, ya que tiene un impedimento legal en donde no puede representar ningún asunto frente al Poder Judicial ni ostentar otro cargo público por dos años, lo veamos cumpliendo sus apasionados compromisos con la gente que lo sedujo y que lo convirtió en un férreo militante del régimen.

Lástima que esos compromisos no serán como él quiere: ni como Consejero Jurídico de la Presidencia ni como titular de la Fiscalía General de la República, ya que cada vez más mexicanas y mexicanos se están dando cuenta de que el verdadero Movimiento no está con la política tradicional que hipócritamente se rasga las vestiduras y que por indicadores tiene al país hecho pedazos.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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