Gana la derecha radical en Argentina

Javier Milei, de La Libertad Avanza, les habla a sus partidarios afuera de su sede de campaña después de ganar la segunda vuelta presidencial en Buenos Aires, Argentina. Foto: (AP Foto/Rodrigo Abd) (Rodrigo Abd/AP)

El domingo pasado se celebraron los comicios de segunda vuelta para elegir al nuevo presidente de Argentina, que tomará posesión el 10 de diciembre. De acuerdo con datos oficiales, el opositor Javier Milei, de Libertad Avanza, obtuvo el 55.7 por ciento de los votos, frente al 44.3 por ciento para Sergio Massa, de Unión por la Patria, quien es todavía ministro de Economía en el Gobierno que preside el peronista Alberto Fernández. En la jornada participó el 76.3 por ciento de los 35.4 millones de personas electoras del padrón.

Milei obtuvo cerca de 14.5 millones de votos, casi 6.6 millones más que en la primera vuelta, en tanto que Massa sumó 11.5 millones, 1.9 millones más que en octubre. El candidato ultra ganó en todas las provincias excepto en tres: Buenos Aires, Formosa y Santiago del Estero, que son distritos de tradición peronista y aún los gobierna esta filiación política. Desde estos espacios, el peronismo tendrá ahora que reagruparse y plantear su estrategia para el futuro.

Javier Milei es un economista que entró hace poco a la política. En 2021 ganó la diputación nacional por la ciudad de Buenos Aires. Antes participaba en programas de televisión y radio como comentarista. Él se define como “libertario”, pero sus posiciones se pueden enmarcar en la extrema derecha. Propone reducir la participación del Estado al mínimo, desaparecer los ministerios de Educación y Salud, eliminar las ayudas sociales, dolarizar la economía, cerrar el Banco Central, anular la ley del aborto legal y permitir que las Fuerzas Armadas participen en actividades de seguridad interna, entre otras medidas.

Las perspectivas económicas presentan enormes desafíos en la nación sudamericana y son un elemento clave para entender este resultado electoral. La inflación supera el 140 por ciento interanual; cuatro de cada 10 personas están en situación de pobreza; las reservas del Banco Central se encuentran en números rojos, y es previsible que en los próximos días se devalúe más la moneda.

Desde 2019, ese país tiene un sistema de control de cambios y en 2018 contrajo un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 44 mil millones de dólares, que enfrentará vencimientos importantes en los meses siguientes. Es la tercera gran crisis de este tipo desde que se completó la transición a la democracia hace 40 años, tras la hiperinflación de fines de los años ochenta del siglo XX y la situación social de inicios del siglo XXI.

El análisis de los resultados muestra que las y los votantes de la Argentina central contribuyeron en buena proporción a la victoria de Milei. Esta región era la base electoral de Juntos por el Cambio, o del PRO, la oposición de derecha tradicional, así que se observó una transferencia de votos hacia la opción libertaria. El cinturón agropecuario Santa Fe-Córdoba-Mendoza le dio 3.7 millones de votos a Milei contra 1.6 millones que obtuvo Massa. La mayoría de quienes votaron por Patricia Bullrich en las elecciones de primera vuelta ahora lo hicieron por Milei.

Voces expertas señalan la simpatía de los sectores medios y bajos, en especial de personas jóvenes, con la propuesta libertaria. Milei supo canalizar el descontento ante las crisis económicas recurrentes, mediante el uso novedoso de las redes sociales. Más que compartir la ideología del candidato radical, quienes estudian la política argentina apuntan a que fue el cansancio por la situación económica lo que motivó a votar por él, que personificaba la ruptura frente al peronismo, aunque hay quienes sí coinciden con sus puntos de vista extremistas y simpatizan con su temperamento provocador. Y si bien la estrategia del político libertario se tornó errática en algunos momentos de la campaña, fue efectiva y pudo aglutinar el descontento.

Ahora, Milei tomará decisiones que modificarán el rumbo de la situación económica, bajo la promesa de mejorar las condiciones de vida de la población argentina. No será fácil, pues tiene un Congreso dividido: cuenta con el apoyo de 38 de las y los 350 diputados. En el Senado tiene siete de los 72 escaños. Falta ver la posición que desempeñará la derecha tradicional en el nuevo Gobierno, que es una fuerza legislativa importante. También está pendiente conocer qué pasa con la agenda social que había construido el peronismo en favor de las minorías y los grupos menos privilegiados.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

Tags

Lo Último