Opinión

Termina el año, pero no la violencia

Termina el año, pero no la violencia
El político priista y empresario Ricardo Taja Ramirez fue asesinado a balazos durante la noche del 21 de diciembre de 2023 FOTO: CARLOS CARBAJAL/CUARTOSCURO.COM (Carlos Alberto Carbajal)

Este año que termina pasará a la historia como uno de los periodos más difíciles en términos de violencia que hemos padecido los mexicanos.

La palabra muerte llenó las páginas de los medios de información escritos y electrónicos que un día sí y el otro también daban cuenta de las atrocidades cometidas por sicarios al servicio del crimen organizado ante una sociedad atónita, acorralada, desprotegida que no encontró la defensa de las instituciones que están para ello.

La nota roja se volvió la memoria escrita no deseada de la sociedad, describiendo los episodios más oscuros de la violencia dramática que se hizo la narrativa cotidiana de las grandes ciudades en todo el territorio.

La metralla lo mismo se dejaba oír en las zonas rurales que en las urbanas metiendo miedo a niños, adultos y personas de la tercera edad, en escuelas, mercados, tiendas, transporte, iglesias, edificios públicos, funerarias, haciendo abandonar localidades enteras ante la amenaza de los cárteles en su afán de ganar terreno y dominio, prohijados por la impunidad de saberse los dueños de la escena ante la complacencia, más bien cobardía e incompetencia, de las autoridades.

Este año aumentaron como nunca los índices delictivos. Las siguientes, amables lectores, son sólo algunas muestras de esa tendencia: en Texcaltitlán, Estado de México, campesinos, abandonados por el gobierno local y hartos del cobro de piso por parte de la Familia Michoacana, tomaron las armas y enfrentaron a los narcos con lo que tenían a la mano, sin recibir apoyo alguno de las fuerzas armadas, donde varios civiles fueron acribillados.

En Salvatierra, Guanajuato, 50 jóvenes de esta región se disponían a festejar una posada, cuando fueron balaceados de manera artera por un comando armado, con un resultado de 10 jóvenes muertos. También en el estado de Guanajuato, en el transcurso del sábado y la madrugada del domingo 17 de diciembre, 28 personas fueron asesinadas en varios hechos violentos registrados en esa entidad.

La lista de hechos de violencia se amplía a Michoacán, Veracruz, Tamaulipas, Nuevo León, Quintana Roo, Colima y un largo etcétera.

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Lo más preocupante de todo esto es que la crueldad se ha vuelto cotidiana en el día a día de los mexicanos, que sin inmutarse en lo mínimo ven correr imágenes de asesinatos en las pantallas televisivas sin que les provoquen ya sorpresa alguna. E

stamos perdiendo la batalla ante los grupos del crimen organizado. El México bronco del que se hablaba hace tiempo, tal parece que cambió en un México inmutable ante la violencia. Y ni qué decir de las autoridades. Todos sabemos en qué lugar se han refugiado ante las atrocidades cometidas por los sicarios.

Como sociedad, no nos queda más que hacer lo que está al alcance de nuestras manos para tratar de reconstruir nuestro país. Empezar por unir a nuestras familias a través de los valores. Cerrar las puertas a la polarización causada por los grupos políticos que tanto daño ha hecho.

Todos debemos ayudar a cambiar el ánimo violento prevaleciente. Hoy, tal vez aún podamos conseguirlo, porque más tarde será más difícil lograrlo. Hay que morir en el intento, nuestras familias y nuestra nación lo merecen.

De las autoridades no recibiremos nada, ni lo esperemos. Regresar a los niveles de paz y tranquilidad de hace años, es una acción social, no política que todo lo enturbia; es una acción civil, no de acarreo.

¡Hasta la próxima! Con los mejores deseos de que el año entrante sea distinto, en paz y con salud.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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