Opinión

Bienvenido 2024

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Foto: (Especial)

Estamos despidiendo este año con la posibilidad de añadir una lente más de conciencia, principalmente en lo que respecta a la importancia social de la paz, de la tolerancia, y de la unidad. Estamos todos conectados, así que cuando nos sincronizamos positivamente podemos fluir con más fuerza hacia las posibilidades que se abren, por lo que cada cierre de año es una muy buena oportunidad para hacer un acto reflexivo sobre lo que a nivel individual, familiar y social pudimos avanzar o lo que aún requiere trabajo, atención y elecciones diferentes.

Los acontecimientos que se muestran muy complicados, tienen el propósito también de despertar y retar nuestras capacidades humanas para generar mejores realidades. Es cuando decidimos tomar decisiones diferentes y cambiar las causas que han generado algo que no nos agrade, que estamos tomando al toro por los cuernos y poniendo acción para un cambio.

Desde aquí, es fácil que al final de un año podamos aprovechar la energía de revisión e inventario en todas las áreas de nuestra vida, y que iniciemos una etapa nueva con lo mejor de la anterior. Le invito a reflexionar en que, para poder ser un poco más libres y más felices cada vez, tenemos que hacer la toma de conciencia que nos permita crecer, si no, de poco sirven los retos, los problemas y las dificultades que atravesamos y que a veces nos cuestan tanto. El 2024 suma 8, y depende del punto de vista que tengamos, podemos sacar lo mejor de la vibración de este número. En la cábala universal el 8 se asocia al planeta Saturno, que es el maestro.

Los anillos de este planeta nos ajustan, tal cual se ajusta un cinturón o se entra en cintura. Colectivamente, el estudio, la disciplina, el orden, el trabajo diligente, el aprendizaje, la autoconciencia, pueden no ser tan agradables, o digamos que es la parte menos agraciada pero que sí es fundamental en la vida. Si aprendemos a fluir con lo mejor de esta vibración, es muy probable que logremos armar o rearmar la estructura de nuestra vida de una manera muy favorecedora. La estructura nos sostiene para todo lo que queramos hacer, así que si sabemos tomar conciencia de lo que nos ofrecerá este año por venir, nuestras vidas pueden tomar nuevos e insospechados rumbos.

En la numerología clásica, el 8 es un año para manifestar dinero y reconciliarnos con la materia a todos los niveles. El dinero no tiene una denominación buena o mala, simplemente es una energía con la que se mueve la materia, así que depende de cómo la tomemos, cómo la recibamos, cómo nos armonicemos con esta, que tendremos una mala o magnífica relación.

El 2024 puede venir aún con grandes lecciones a nivel mundial e individual, pero si nos disponemos a que su energía nos contribuya como una especie de mentoría para acomodar y poner en orden nuestros asuntos, evitamos la melancolía, el pesimismo, o lo abrumador que puede ser la demanda del diseño, planificación y aterrizaje de nuestros proyectos de vida, lograremos avanzar hacia el negocio que hemos querido poner y no nos hemos animado, hacia la idea que habíamos querido realizar, hacia la salud de nuestras finanzas. Y siempre el autocuidado, el autoaprecio y el autorespeto al que nos invita el número 8, porque de ahí parte todo lo demás. ¡Venturoso 2024!

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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