El año 2024 ha comenzado, y cada uno de sus días estará lleno de decisiones, algunas más importantes que las demás, para quienes vivimos en México. Entre las más relevantes, hay una que nos es común a todos los inscritos en el padrón electoral, y que debería ser muy sencilla de tomar: no votar por el partido “morena”. A ningún cargo. Por motivo alguno.
Pocas elecciones en nuestro país han sido tan claras en su planteamiento; ni siquiera la de 2000, que arrojó la primera alternancia en el ejecutivo federal, presentó en forma tan nítida las opciones entre las cuales deberemos elegir: hoy la elección debe hacerse entre un régimen destructor, que mira el futuro con la nuca mientras anula al individuo y a las instituciones, y una propuesta opositora que deberá mostrarse como una opción menos nociva, lo cual se antoja muy sencillo de lograr, pues este régimen es indefendible.
¿A usted le interesa su propia salud, y la de su gente muy querida? Si la respuesta es “sí”, entonces no vote por “morena”: el régimen escudado tras ese membrete ha demolido el sistema de salud pública, provocando que entre 2018 y 2022, la cantidad de mexicanos con carencia de servicios de salud pase de 20 millones a 50 millones. A eso se deben, entre otros daños, las 700 mil muertes en exceso durante la pandemia.
¿Aprecia usted su propia vida, y la de aquellos a quienes ama? Si la respuesta es “sí”, entonces no vote por “morena”: este régimen, a nueve meses de terminar, ya cuenta con un 50% más homicidios que todos los cometidos en el sexenio previo, encabezado por Enrique Peña, a quien Andrés López tanto criticó. Este es el sexenio más violento en la historia de México, y nadie está a salvo.
¿Es usted una persona que valora el ahorro, y el uso eficiente del dinero? Si lo es, entonces no vote por “morena” en boleta alguna, ni siquiera como broma: este gobiernito federal ha malgastado 7 mil millones de dólares en un aeropuerto aldeano e inútil; 16 mil millones de dólares en una refinería que no refina; y 30 mil millones en un tren sin pasajeros. 53 mil millones de dólares dilapidados en medio de un mar de corrupción.
Salud, seguridad y economía. Tres temas esenciales para cualquier sociedad, que deben ser atendidos con absoluto esmero por sus gobiernos, y que durante este sexenio han sido arruinados sin vergüenza por quien deberá rendirnos cuentas en la elección de junio. Es ahí donde deberemos manifestar nuestro absoluto rechazo a este gobiernito de cuarta categoría.
Tenemos cinco meses, a partir de hoy, para acordar todos los detalles que esa decisión lleva de la mano; pero la decisión inicial, la básica, que es no votar por “morena” en la elección del 2 de junio, ya debemos asumirla sin la menor reticencia: este régimen de miedo, dolor y muerte debe terminar ya.
Queda por delante la exigencia a la opción opositora, para que sea inteligente y se contraste claramente con el régimen, haciéndose eco de la sociedad traicionada por López, que hoy vive mucho peor que en 2018.
Queda pendiente aún, también, la construcción de una gran estructura cívica para vigilar y defender el voto, y hacer valer su resultado: hasta no ver instalada la nueva legislatura y realizada la transferencia del poder ejecutivo, los mexicanos deberemos estar muy alerta.
El acuerdo hoy, al iniciar el año, es sencillo: ni un voto a #morena. Corra la voz, y pasemos ya a los detalles.
CAMPANILLEO
El único elemento del régimen que aparecerá en todas las boletas del país, es la marca “morena”. Ajustemos la mira.
