No existe ningún motivo cuando está respaldado documentalmente, por lo que debemos ser muy claros en el hecho de que este tema no puede ser utilizado ni para bien ni para mal porque es algo que se encuentra arraigado en el ánimo del país y de los deseos de solucionar esta situación tan lamentable.
Desde luego, la vinculación con las víctimas directa u ofendidos es primordial para generar un censo cierto y suficiente que permita determinar el estatus de la desaparición de personas y ser lo suficientemente sensatos para proceder a llevar a cabo todos los protocolos de cotejo de cuerpos y de espacios en donde han desaparecido las personas para que, entonces sí, se puedan obtener datos fidedignos.
No podemos perder de vista que más allá del censo, las autoridades de nuestro país están enfocadas en encontrar a todas y cada una de las personas sin necesidad de descartar que se encuentren todavía entre nosotros.
La labor del ministerio público junto con las fuerzas de seguridad pública del país ha tendido a trabajar día con día para encontrar sanos a salvo a muchas personas que no se encuentran con sus familias por circunstancias de seguridad en el país.
Este tema de las cifras siempre será un elemento complejo cuando tiene que ver con eventos de inseguridad, criminalidad y falta de información oficial, lo que hace que el cotejo sea una labor titánica que, incluso, con el mayor esfuerzo apenas se logra vislumbrar su veracidad y loe elementos técnicos y documentales que lo soporten.
La circunstancia está entre lo que se denuncia al ministerio público, lo que se va a las fiscalías locales y lo que queda en la federal, de tal manera que la duplicidad de datos es algo común en materia de procuración de justicia; es decir, algunas investigaciones se duplican sin que exista rastro de su vinculación hasta que se empatan números entre lo local y lo federal, dando como resultado una depuración que parece inexplicable pero se encuentra plenamente sustentada.
Más allá de eso que es más bien administrativo, el compromiso del gobierno actual es con las víctimas a través de un diálogo abierto y honesto que tenga por objetivo no hacer listas, sino encontrar a los seres humanos que se encuentran desaparecidos porque ese es el auténtico compromiso con el pueblo de México tan lastimado por la criminalidad de décadas.